EL VIAJE DE IDA.
Me levanté muy temprano, pensando que saldríamos a las 4am, pero llegamos allá a las 11am. Estaba muy claro, a algunos les llegaron mensajes que nos estaban esperando, ya sabíamos que nos estaban esperando y no nos detuvimos, no podíamos detenernos sin detener esa columna, pensé que podríamos defendernos, que el ruido de nuestras pistolas los ahuyentará, total como dicen nuestros altos mandos, ellos son ********, se esconden tras niños y niñas.
Les doy mi palabra, esos no fueron ********, estaban confiados, conocen el terreno, nos tenían las trampas listas, habían escavasiones en los caminos, cercos cerrados y muchos disparos, disparos disparos y mas disparos desde que ingresamos, nos desesperamos, muchos chocaron sus vehículos tratando de huir, otros mantuvimos las posiciones pero nadie disparó, sólo algunas escoperas nuestras sonaban y se sentían ráfagas automáticas, muchos pensamos que el equipo ERTA nos estaba cubriendo pero no eran de ellos, los impactos comenzaron a pegar en nuestros carros, a mi me llegó un tipo a unos 4 o 5 metros, me tendí en el piso, ví mujeres llorando, hombres que miraban a todos lados tratando de entender de donde nos atacaban, esperabamos que algún grupo se moviera a alguna posición que nos permitiera proteger la columna pero nada pasó, estábamos inmóviles, comenzaron los gritos de heridos, los gritos desesperados, no sabíamos donde ocultarnos, algunos carros huyeron, habían árboles cortados en el camino, no habían cadenas ni motosierras, algunos equipos alcanzaron sus blancos, había marihuana y armas, decían que estaba lleno pero que no podían recoger más, que debíamos arrancar, nos dispararon dentro de sus propias casas, a veces se acercaban a 20 o 30 metros a dispararnos con escopetas, pero preferíamos soportar el disparo que defendernos, total, si salgo vivo de ahí voy a salir libre y no encadenado por mis colegas de DDHH, eso pensaba, en un momento dado sólo pensé en arrancar, pero habían personas queridas en ese lugar, colegas que son amigos y por lealtad a ellos no me fui de ahí, mi lealtad a los principios de la PDI siguen incólumes, pero al mando no, a mis jefes no, mientras escuchaba tanto disparos sin ver quien lo ocasionaba, mi mente pensaba en que hacía en ese lugar, porque nos mandaron así, porque me quitaron mi arma, ellos estaban escondidos en los cerros y nunca les podría dar un disparo, finalmente nunca dispare, tenía mi arma pero me la quitaron antes de marchar a ese lugar, me quebraron el espíritu antes de ir a ese lugar, sentí ganas de llorar pero no de miedo, sino de rabia, no podía salir de ese lugar sin gritarle a mi jefe “porque mientras me mandó a ese lugar sin avisarme a que”, maldito regional que me quito mi fusil, porque Espinoza no me protegió de esos maricones….
Vi llegar un helicóptero, sabía que era algo malo, alguien había caído, a esa altura ya pensé que teníamos varios muertos, cualquier muerte de un colega duela, pero tuvimos suerte, podrían habernos aniquilado, de 800 un fallecido y 2 graves es poco para los cientos y cientos de disparos que nos dieron, ví a un compañero con su chaleco rajado, un proyectil le había rozado. Algunos colegas abandonaron sus vehículos y huyeron a pie, otros se llevaron sus carros pues habían oficiales preocupados de no dejar autos botados, una de nuestras tanquetas quedo en pana, cuantos cientos de millones de pesos en esos grandes mounstruos negros, en pana en Temucuicui, recordé a los carabineros que atacaron en Contulmo o Cañete que dejaros sus autos botados y huyeron, pensé hacer lo mismo pero insisto, no saldría de ahí sin mi tripulación ni abandonaría a quienes estaban soportando en ese lugar, y uso la palabra soportando porque no peleamos, no peleamos nada, sino preguntenle a la institución cuantos cartuchos usaron, las municiones estan contadas, había munición letal, pero no la pudimos usar por orden de nuestros altos mandos.
No podíamos salir de ahí, estábamos rodeados, nos pedían ayuda de todos lados, llegó a mi lado una mujer con ataque de pánico, la iba a sacar de ese infierno me propuse, no la había visto nunca pero pensé en las víctimas que he ayudado, todos éramos víctimas en ese instante, y de pronto ví a carabineros, se supone que no debían estar en ese lugar, no nos iban a acompañar, nos cubrieron, ellos si dispararon, ellos si nos cubrieros, con el poco apoyo político y judicial, pese a toda la persecusión que ha realizado la Fiscalía en contra de ellos, estaban ahí, disparando cual pastor aleman ahuyentando a un lobo, y pudimos comenzar a salir de ese lugar, hasta la carretera habían mapuches insultándonos, comenzamos a informarnos que parece que murió un detective, que habían muchos heridos, que todo había sido un desastre, estaban ya las imágenes en que se veía nuestra caravana en redes sociales de movimientos mapuches, ya estaba destrozado internamente, llamé a casa y lloré, les dije que ya no quiero estar en esta institución en manos de estos asesinos de ******, pero no me refería a quienes nos emboscaron sino a quienes nos mandaron a ese lugar, ya sabíamos que ellos nos recibirían de esta forma, pero con esa planificación no se si pidieron apoyo previo a carabineros o el ejercito, quizás el orgullo ******* de mi institución de creerse la mejor de todas pese a ser la menos antigua, habría hecho que no pidieran apoyo ni ayuda antes de este procedimiento, porque quizás hasta mientan diciendo que estaba todo coordinado de antes, pero en ese lugar sólo habían detectives.
Nos enviaron a algo para lo cual no estábamos preparados, van a decir que la planificación era perfecta, sin errores, pero ya saben lo que pasó, de primera fuente, aunque deba ser de manera anónima pues en la PDI, si se sabe quien soy, termino con mi cabeza en Visviri como nos dicen los jefes en nuestras listas de personal.
FINALIZA EL SERVICIO, CON UN FALLECIDO PERO SIN NOVEDAD.
Termina el allanamiento, habían colegas desaparecidos, los encontraron carabineros caminando o conduciendo perdidos en ese infierno, supe el resultado del juicio por internet, no se esperaba otra cosa en todo caso, carabineros eran culpables y carabineros nos habían salvado. No nos salvaron nuestros jefes, ni nuestro director que estaba en Santiago mientras en Temuco se desarrollaba el operativo más grande de la PDI en su historia. Yo pienso que estaba escondido, así no tendría que asumir responsabilidad por el desastre si ocurría, pero era la mejor guinda de la torta de su carreta y de toda la buena percepción pública que tiene. Adivinen donde debíamos dormir, no en nuestras casas, nos mandaron de regreso al estadio, algunos pudieron irse de aquel lugar, otros nos quedamos ahí hasta tarde.
Sólo quería ir a mi ciudad de regreso, debía llegar a llorar a mi casa, sabía que lloraría cuando viera a mis hijos, arrastraba la sensación de impotencia, rabia, melancolía, pena entro otros sentimientos, las ganas de gritarle a mi jefe, quería saber que el director iba a pedir el cargo al jefe, a esos comisarios ********* que transmitieron la orden maldita y quizás hasta el pusiera su cargo a disposición, aunque no fuera de manera irrevocable pero si como un gesto por la mala planificación, pero vi la conferencia de prensa en que el Fiscal Regional dice que “sólo fue una coincidencia que el día de la lectura de sentencia, se hiciera el allanamiento”, eso es mentira, el sr. Espinoza dijo que perseguiría a los que mataron al colega”, eso es mentira, “también dijo que la planificación no tenía errores”, otra mentira, y hoy por radio bio bio dice que teníamos armas con munición letal para defendernos”, la peor y más vil mentira, teníamos armas pero no podíamos usarlas y espero que persigan a los responsables de la mariconada que nos hicieron, de cómo nos sometieron y nos arrancaron los dientes de uña que nos convertía en perros guardianes para ir en caravana como corderos al matadero.
Siempre vi al sr Espinoza como un buen director, pero siendo objetivo, sólo nos redujo la jornada laboral a lo que era legal porque antes trabajábamos 12 horas diarias, ahora son sólo 8 pero cuando son 12, 24 o 48 horas nos deben compensar las horas pero nunca lo hacen. Nos da días libres por no estar en navidad, año nuevo o fiestas patrias con nuestras familia, nos descuentan días de vacaciones por no terminar las investigaciones, hay funcionarios que hacen más de 50 investigaciones mensuales, mas todos los servicios de turno, guardia, preventivos, cuidar la casa de políticos, etc. Nos hacen justificar porque pedimos días administrativos y no los autorizan, nos dan órdenes ilegales de las cuales no puedo ahora y si nos oponemos, a Visviri.
Espero que me crean, porque por temor debo mantenerme anónimo, pero por redes sociales y las noticias es imposible tener la información que entregó en este documento.
Este escrito es anónimo, autorizó su difusión y publicación, la entrega de este se realiza a un abogado, bajo secreto profesional, quien tiene orden de entregárselo a un periodista del cuál no tengo ningún antecedente, con la condición que se realice bajo secreto periodístico, sin posibilidad de corroborar la fuente en resguardo de mi integridad física y laboral.
Políticamente incorrecto para algunos.