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Inglaterra quiere extenderse sobre Malvinas

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  • Originalmente publicado por HernanSCL Ver Mensaje
    Falklands/Malvinas

    Ex Jefe del EP: ¡Un piloto Peruano hundió la HMS Sheffield!

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    Desde 0:30

    Saludos
    Los pilotos que hundieron al destructor HMS Sheffield, eran NAVALES (de SUE), Super Etendard, CC Augusto Bedacarratz y TF Armando Mayora.

    No se de donde sacaron esa barbaridad....


    El piloto que hundió el HMS Sheffield

    La Escuadrilla Naval de Caza y Ataque en la base de Río Grande, 20 años atrás

    Bedacarratz -hoy un empresario de 58 años, casado y con tres hijos- recuerda en una entrevista con la BBC que el azar quiso que él encabezara la misión.

    "El 4 de mayo nos despertaron temprano con la orden de que teníamos que realizar la operación, para la cual nos habíamos preparado durante semanas", explica.

    "Un avión explorador que había despegado a las cinco de la mañana ya había detectado el blanco. En ese momento la pareja de pilotos que estaba de turno éramos el teniente Armando Mayora y yo. Rápidamente nos alistamos para salir".

    Sin tiempo para el temor

    Los pilotos argentinos pertenecían a la Escuadrilla Naval de Caza y Ataque, que poseía aviones franceses Super Etendard y tenía su base en Río Grande, Tierra del Fuego, en el sur de Argentina.

    Según Bedacarratz, el día de la misión era imposible detenerse en las propias sensaciones más allá de la tensión:

    "Trabajamos en silencio, muy concentrados en los pasos por seguir. Eran tantos los preparativos que no había tiempo para el temor y la angustia, a pesar de que la operación era altamente peligrosa y nunca antes habíamos disparado misiles Exocet".

    Misil Exocet
    Los misiles Exocet fueron una pesadilla para la marina británica.
    Una vez que los dos Super Etendard despegaron, en condiciones climáticas adversas, los pilotos no dialogaron hasta que detectaron por radar la formación de buques británicos, que se encontraban a 20 millas náuticas y por lo tanto eran invisibles para ellos.

    "Ahí rompimos el silencio, intercambiamos información y di la orden de lanzar -recapitula Bedacarratz-. El misil que yo llevaba salió cuatro segundos después de que apreté el botón.

    "Ese lapso fue terrible para mí, porque me pareció una eternidad. Mayora no había escuchado mi orden, pero al ver que yo lancé el Exocet él también lo hizo".

    Bedacarratz dice que, para él y su compañero, todo ocurrió velozmente, casi mecánicamente, con una sola cosa en mente:

    "Al apretar el botón no nos pusimos a pensar en las muertes que podíamos causar. No es que fuéramos insensibles; sólo estábamos tratando de cumplir una misión, de neutralizar un buque que nos estaba complicando. No teníamos nada personal contra nadie".

    ¿Héroes?

    Enseguida se olvidaron de los misiles, giraron y procuraron regresar a la base. Pero antes volaron en dirección a la Antártida para despistar al enemigo, a máxima velocidad y a 15 metros del mar, algo sumamente riesgoso.


    Si me preguntan, no sé exactamente cuántas personas murieron ni cuántas resultaron heridas. Prefiero no pensar en eso. Ojalá se hubiera hundido el buque sin pérdida de vidas".

    "Cuando llegamos a la base nos recibieron con una alegría muy especial. Festejamos por el éxito técnico de la misión, porque logramos lanzar los Exocet", cuenta Bedacarratz.

    "No sabíamos con certeza si habíamos dado en el blanco. Era probable que así fuera, a no ser que los británicos hubiesen interceptado los misiles. La confirmación nos llegó mucho después. Ojalá se hubiera hundido el buque sin pérdida de vidas".

    Y prosigue: "Si me preguntan, no sé exactamente cuántas personas murieron ni cuántas resultaron heridas. Prefiero no pensar en eso".

    Bedacarratz asegura que ni hoy ni en aquel momento ha considerado el ataque al Sheffield como un acto heroico.

    "Sigo sosteniendo que nuestro logro fue más bien técnico, porque conseguimos emplear un sistema de misiles de punta. Tratamos de cumplir con aquello para lo que nos habíamos preparado y actuar profesionalmente", insiste.

    Tanto es así que, al parecer, desde las Malvinas su vida personal apenas ha cambiado, como si no hubiera participado en aquel capítulo de la guerra.

    "Sigo siendo el mismo -afirma-, pero con otra ocupación".



    :
    Editado por última vez por MANIX; 06/08/2011, 13:20:25.

    Comentario


    • • Se expresó que la Cancillería estaba recopilando pruebas para apoyar la acción judicial. Han pasado 10 años desde que se mencionó esa circunstancia. No es tiempo suficiente para poner en marcha un efectivo proceso de demanda de soberanía? O seguiremos buscando documentos hasta la eternidad?
      Y entonces, como se puede aducir que se esta "digitalizando" el material existente para armar una "eventual o posible" demanda?

      La demora en tomar al toro por las guampas ( por los cuernos) deja entreveer la debilidad de la postura argentina.

      Es inaceptable esgrimir fundamentos de tribuna, como que los Jueces estan comprados.

      Nace entonces la cultura del choque virtual con todos los que no se adecuan a la idea del reclamo argentino, de forma de mantenerlo vivo per se, reclamo porque reclamo, y tengo argumento para seguir reclamando...viirtualmente, porque en los hechos no se reclama nada formalmente.

      saludos
      http://galeriademaquetismo.forumotion.net/forum.htm

      Comentario


      • El gobierno de Gran Bretaña se cierra en el caso y no quiere discutir nada con la Argentina con respecto a Malvinas.

        Los motivos:

        El historiador británico Peter Beck, profesor de Historia Internacional de la Universidad de Kingston, y autor del libro The Falkland Islands as an International Problem¸ había revelado dos meses antes del conflicto de 1982 (Journal of International Studies and World Affairs, University of Miami, February 1982) que, según documentos internos de la Secretaría de Asuntos Extranjeros del Reino Unido [el Foreign Office], la ocupación británica de las islas, en 1833, fue un acto de fuerza sin respaldo en el derecho internacional. De acuerdo con el Dr. Beck, el análisis de los documentos hizo que, a principios del siglo 20, el Foreign Office se opusiera al arbitraje
        internacional propuesto por el gobierno argentino de Miguel Juárez Celman.


        Secreto de Estado I: Los documentos, sustraídos del escrutinio público a partir de 1920.

        Aquellos documentos internos, que llevaron al Reino Unido a rechazar el arbitraje internacional, fueron colocados, a partir de 1920, bajo la protección de la Official Secrets Act, sustrayéndolos del escrutinio público por períodos que, en algunos casos, llegan a cien años.
        1.4. Memorandos reveladores de la incertidumbre del propio Foreign Office.
        Sin embargo, algunos memorandos que escaparon a la medida (fechados en 1910, 1911, 1935, 1936 y 1940) eran suficientes para demostrar las dudas que lospropios funcionarios del Reino Unido tenían acerca del derecho británico sobre las islas. El Dr. Beck los recogió en otro libro, The Anglo Argentine Dispute over Title to the Falkland Island, Changing British Perceptions on Sovereignity since 1819, donde se puede comprobar, por ejemplo, que en 1911 el Foreign Office sostenía:

        "La posición argentina no es totalmente injustificada [...] No podemos llevar fácilmente a cabo un reclamo válido y debemos sabiamente evitar una discusión con la Argentina sobre este tema.


        ----------------------------------------------------------

        El historiador norteamericano Julius Goebel (1892-1973), que realizó el más
        exhaustivo e imparcial estudio de la histórica disputa anglo-argentina (The
        Struggle for the Falkland Islands: A Study in Legal and Diplomatic History, Yale
        University Press, 1968.), no encontró elementos históricos que avalaran las
        afirmaciones británicas.



        -----------------------------------------------------------------------------

        Autor: dr. Rodolfo Terragno

        Probado por documentos del Foreign Office

        Londres sabe desde 1910 que no tiene derecho sobre las Malvinas

        En 1910 y en 1936, funcionarios y abogados el Foreign Office emitieron dictámenes que ponían en duda los títulos británicos para retener las Malvinas. “No es fácil explicar nuestra posición sin quedar como bandidos internacionales”, decía un memorando de 1936. Gran Bretaña nunca aceptó un arbitraje porque su posición tenía “ciertas debilidades”, y las islas debían ser conservadas “por razones estratégicas”.

        A poco de planteada la crisis de las Malvinas, el gobierno británico removió todos los documentos sobre las Falklands que se hallaban en el Public Record Office: un archivo de papeles oficiales accesibles al público.

        El Sunday Times reveló el 20 de junio de 1982 que, entre los documentos trasladados al Foreign Office, figuran varios en que los funcionarios de la propia cancillería británica pusieron en duda el derecho del Reino Unido sobre el archipiélago.

        Ésta es una lista de los papeles que prueban las “dudas secretas” de la diplomacia inglesa acerca de ese derecho, invocado por el gobierno de Margaret Thatcher para librar la guerra del Atlántico Sur:

        Memorando De Bernhardt (1910). A pedido del jefe del Departamento Americano del Foreign Office, Sidney Spicer, el investigador Gastón De Bernhardt preparó un memorando que condensaba la historia de las islas y los argumentos jurídicos de Gran Bretaña y la Argentina. Ese memorando sirvió como guía interna del Foreign Office hasta 1938. De Bernhardt dejó sentado lo siguiente:

        * “La cuestión de la soberanía fue específicamente excluida del acuerdo celebrado con España en 1771.” Este acuerdo contenía una cláusula secreta por la cual Gran Bretaña se obligaba a abandonar las islas, cosa que hizo en 1774.
        * “Durante 55 años, hasta 1829 (es decir, hasta 13 años después de proclamada la independencia de la Argentina), Gran Bretaña no mostró interés en las islas.”
        * “Gran Bretaña comenzó a reclamar la isla oriental sólo en 1829” (nunca la había reclamado durante el dominio español; ésta es la isla donde está Puerto Argentino).

        Carta de Spicer (1910). En carta al propio De Bernhardt, Spicer confesó: “Es difícil evitar la conclusión de que la actitud del gobierno argentino no es enteramente injustificada, y que nuestra acción ha sido algo despótica”.

        Memorando Fitzmaurice (1936). En febrero de 1936, el asesor legal George Fitzmaurice desaconsejó que Gran Bretaña sometiera la cuestión de las Malvinas a un arbitraje internacional: “Nuestra posición tiene ciertas debilidades. Pero nosotros hemos ocupado las islas durante más de un siglo (aunque sea ilegalmente, como dice la Argentina) y por razones estratégicas no podemos renunciar a ellas. De manera que lo más indicado es adoptar una línea dura”.

        Memorando Troutbeck (1936). Ese mismo año, el jefe del departamento americano del Foreign Office, John Troutbeck, dejó sentada por escrito su opinión: “La dificultad [para sostener] nuestra posición es que la captura de las islas Falkland en 1833 fue un procedimiento arbitrario, si se lo juzga con los criterios de hoy en día. No es, por lo tanto, fácil explicar nuestra posición sin quedar como bandidos internacionales”.

        Propuesta de devolver las islas a la Argentina (1940). Este documento figura en el índice del Public Record Office pero permanecerá secreto hasta el año 2015. El título, sin embargo, es suficientemente explícito: “Oferta hecha por el gobierno de Su Majestad para reunificar las islas Falkland con la Argentina y aceptarlas en arriendo”.

        Memorando del Departamento de Investigaciones (1946). Este documento describe la ocupación británica de las islas, en 1833, como “un acto de injustificable agresión”.

        Al margen de estos antecedentes, están los actos públicos, reveladores de que Gran Bretaña había abandonado toda pretensión de soberanía sobre las Malvinas.

        Constituida la Organización de las Naciones Unidas, registró el archipiélago como “territorio sin gobierno propio, bajo administración británica”: un modo elíptico de aludir a una colonia.

        El Comité Especial de Descolonización (ONU) declaró que las Malvinas estaban sujetas al proceso descolonizador, urgido en 1960 por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

        En 1965, Gran Bretaña y la Argentina comenzaron a negociar el futuro de las islas en el marco de la ONU: Londres reconoció, de hecho, el status colonial de las Malvinas, su único argumento para demorar la reintegración del archipiélago a la Argentina era la voluntad de los isleños. La Corona ya no invocaba títulos sobre las islas.

        El derecho a la autodeterminación, planteado por Gran Bretaña a favor de los isleños, sólo surge en el caso de una población que reclama su independencia: algo que nunca hicieron ni podrían hacer los 1800 habitantes de la colonia británica.

        Ése era el último argumento del gobierno británico, que desde 1910 venia retrocediendo en sus posiciones –inauguradas en 1833 por Lord Palmerston con una firme defensa del derecho de soberanía de la Corona- hasta llegar al punto en que se hallaba el conflicto cuando, el 2 de abril, la Argentina ocupó las islas.


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        Londres sabe desde 1910 que no tiene derecho sobre las Malvinas

        Felipe Isidro Pigna es un historiador argentino especializado en la historia de Argentina. Realiza trabajos en diversos formatos, y es considerado como el historiador con más difusión de los últimos tiempos.

        Dirección de correo electrónico [email protected]

        Sitio web http://www.elhistoriador.com.ar

        Editado por última vez por MANIX; 06/10/2011, 17:33:09.

        Comentario


        • EVOLUCIÓN DE LOS ARGUMENTOS BRITÁNICOS DESDE 1833

          Autor: dr. Rodolfo Terragno

          Las razones esgrimidas por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte [en adelante, el Reino Unido o Gran Bretaña] para no reintegrar las Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes [en adelante, por brevedad, Malvinas] a la República Argentina han ido cambiando con el tiempo, a medida que la evidencia histórica demolía los argumentos originales: primer avistaje, primer desembarco, primer asentamiento, prescripción adquisitiva.

          Es importante analizar esa evolución, porque eso demostrará la trascendencia que tiene hoy la nacionalidad o potencial nacionalidad de los isleños.

          Aun cuando los fundamentos de un proyecto de ley no imponen, en materia histórica, un rigor académico, he procurado ofrecer la versión más completa, fidedigna y precisa posible. La verificación de fechas y nombres correctos, así como la eliminación de anacronismos y datos no confirmados –vicios estos muy frecuentes en la bibliografía sobre Malvinas—demandó un tiempo y un esfuerzo que, creo, servirán para respaldar el proyecto.

          La bibliografía consultada, que no cito para no intrincar el texto, está a disposición de las senadoras y los senadores.

          1.1. Los títulos históricos del Reino Unido, puestos en duda por una autoridad imparcial.

          El historiador norteamericano Julius Goebel (1892-1973), que realizó el más exhaustivo e imparcial estudio de la histórica disputa anglo-argentina (The Struggle for the Falkland Islands: A Study in Legal and Diplomatic History, Yale University Press, 1968.), no encontró elementos históricos que avalaran las afirmaciones británicas. 1

          1.2. Documentos del Foreign Office que contradecían la pretensión británica y llevaron al Reino Unido a no aceptar el arbitraje internacional.

          A su vez, el historiador británico Peter Beck, profesor de Historia Internacional de la Universidad de Kingston, y autor del libro The Falkland Islands as an International Problem¸ había revelado dos meses antes del conflicto de 1982 (Journal of International Studies and World Affairs, University of Miami, February 1982) que, según documentos internos de la Secretaría de Asuntos Extranjeros del Reino Unido [en adelante, el Foreign Office], la ocupación británica de las islas, en 1833, fue un acto de fuerza sin respaldo en el derecho internacional. De acuerdo con el Dr. Beck, el análisis de los documentos hizo que, a principios del siglo 20, el Foreign Office se opusiera al arbitraje internacional propuesto por el gobierno argentino de Miguel Juárez Celman.

          1.3. Secreto de Estado I: Los documentos, sustraídos del escrutinio público a partir de 1920.
          Aquellos documentos internos, que llevaron al Reino Unido a rechazar el arbitraje internacional, fueron colocados, a partir de 1920, bajo la protección de la Official Secrets Act, sustrayéndolos del escrutinio público por períodos que, en algunos casos, llegan a cien años.

          1.4. Memorandos reveladores de la incertidumbre del propio Foreign Office.
          Sin embargo, algunos memorandos que escaparon a la medida (fechados en 1910, 1911, 1935, 1936 y 1940) eran suficientes para demostrar las dudas que los propios funcionarios del Reino Unido tenían acerca del derecho británico sobre las islas. El Dr. Beck los recogió en otro libro, The Anglo Argentine Dispute over Title to the Falkland Island, Changing British Perceptions on Sovereignity since 1819, donde se puede comprobar, por ejemplo, que en 1911 el Foreign Office sostenía:

          "La posición argentina no es totalmente injustificada [...] No podemos llevar fácilmente a cabo un reclamo válido y debemos sabiamente evitar una discusión con la Argentina sobre este tema".

          1.5. Secreto de Estado II: Los memorandos, sustraídos al dominio público en 1982.

          El Dr. Beck repitió esto después del conflicto, en una conferencia titulada Falkland Futures, que se celebró en el Commonwealth Institute de Londres, el 26 de noviembre de 1983, y en la cual presenté la tesis que desarrollo en estos Fundamentos, relativa a los efectos de la British Nationality (Falkland Islands) Act 1983.

          Para entonces, los memorandos citados por el Dr. Beck en el Journal of International Studies y en su libro, también estaban protegidos por el secreto.
          Así lo había dispuesto el gobierno británico, apenas horas después de la ocupación de las islas por parte de la Argentina, el 2 de abril de 1982.

          Aun sin tener acceso a las dudas y los reconocimientos del Foreign Office, por las razones siguientes está acreditado que los títulos históricos invocados por la Corona británica eran endebles.

          2. PRESUNTOS TITULOS HISTÓRICOS, INVOCADOS POR EL REINO UNIDO, QUE NO RESULTARON SUSTENTABLES.

          2.1. SUPUESTO PRIMER AVISTAJE (1592). El Reino Unido sostuvo, y formalmente aún sostiene, que el primer europeo en avistar las islas fue el capitán John Davis, al mando del navío Desire, el 14 de agosto de 1592 (The Voyages and Works of John Davis The Navigator. Together with The Map of the World, A.D. 1600).

          2.1.1. Mapas anteriores a 1592 en los cuales aparecen las Malvinas.
          Diversos autores han creído identificar las islas Malvinas en mapas pertenecientes al período 1502-1513, que exhiben distorsiones:

          • Kunstamann II (1502), que se habría realizado en Lisboa.

          • Planisferio de Maiollo (por el Visconte de Maggiollo) (1504). Se conservar en la Biblioteca Comunale Fediriciana di Fano, Pesaro e Urbino, Italia.

          • Portulano de Nicolaus de Caverio (1505). Copia de un mapamundi portughés. Se halla en la Bibliothèque nationale de France.

          • Portulano de Piri Reis (1513). Obra del marino y cartógrafo truco Muhyî al-Dîn Pîrî.

          Hay mapas más fidedignos, el más antiguo de los cuales pertenece a 1520, pero que son todos previos a 1592: fecha del supuesto “primer avistaje” que ha invocado el Reino Unido:

          Comentario


          • Originalmente publicado por Fulcrum Ver Mensaje
            Debo rectificar mi post (fe de erratas producto de una mala edición del post) cuando digo lo siguiente:



            Efectivamente, Argentina reclamó como sostiene el forista isesaki1188, mas no tomó acción efectiva pues como he mencionado, pasó 1 año entre el incidente de 1833 y la institución formal de una autoridad representante del Reino Unido en las islas, tiempo en el cual Argentina no hizo esfuerzo por instituir algo parecido a un representante oficial en las Malvinas (cosa que el Reino Unido sí hizo en 1842, a pesar de que aún seguía siendo de común acuerdo entre la comunidad internacional que esas islas no eran ni británicas ni argentinas).

            Argentina ya había reclamado en 1832 la incursión del buque estadounidense Lexington, lo mismo que en 1833 por las acciones del capitán Onslow como consta en el documento posteado por usted y lo mismo en sucesivas ocasiones, en forma de cartas diplomáticas ante el Reino Unido, entre 1833 y 1842. Sin embargo, el 24 de noviembre de 1849, Argentina suscribió con el Reino Unido el Tratado Arana-Southern (Convention between Great Britain and the Argentine Confederation for the Settlement of Existing Differences and the re-establishment of Friendship) - posteriormente ratificado el 15 de mayo de 1850 - a fin de poner a buen término las diferencias entre ambos países debido a la disputa militar surgida en la República Oriental del Uruguay. El texto (que también puede encontrarse en la Wiki) dice lo siguiente como Preámbulo al Tratado:



            El Artículo 7º dice lo siguiente:



            En el preámbulo del Tratado se habla de "concluir las diferencias existentes" y "reestablecer las perfectas relaciones de amistad" entre ambos países (Argentina y el Reino Unido). El artículo 7º declara que mediante la firma del documento, las relaciones entre ambas naciones quedan reestablecidas "a su anterior estado de buena inteligencia y cordialidad". Es decir, no solo hay omisión de cualquier situación previa de disputa entre el Reino Unido de Gran Bretaña y Argentina - como habría sido de esperarse en el lado argentino, siendo que Argentina presentó reclamos entre 1832 y 1849 - sino que mediante la firma del Tratado se concluyen las "diferencias existentes" y restituyen las relaciones de "buena inteligencia y cordialidad" en entre los estados. Se entiende entonces que el espíritu del Tratado busca la conclusión de las disputas entre ambos gobiernos y la restitución de las buenas relaciones.

            Es importante mencionar que las Islas Malvinas en ese momento constituían una situación de disputa entre los gobiernos argentino y británico: Argentina venía prostestando desde 1833 las acciones tomadas por los británicos en las islas (tres cartas diplomáticas entre 1833 y 1834 y 1841-42 y una en 1849). Argentina consideraba el asunto de las Malvinas como una "diferencia existente" entre su país y el Reino Unido. Sin embargo, con la firma del Tratado Arana-Southern, Argentina reconoce que a partir de la ratificación y entrada en vigencia del Tratado, entre la nación sudamericana y el Reino Unido de Gran Bretaña se "concluyen las diferencias existentes" entre ambos países. Resulta claro, entonces que con la firma de dicho acuerdo, Argentina y el Reino Unido reconocían que no tenían diferencias y que las relaciones entre ambos gobiernos retornaban a un estado de amistad - más aún, considerando que la disputa por las Malvinas no fue mencionada ni durante la negociación del acuerdo ni durante su firma ni durante el periodo entre la firma del Tratado y su ratificación.

            Bien fuera que la no mención de la disputa por la soberanía de las Malvinas durante las negociaciones, la firma y la ratificación del Tratado Arana-Southern constituyera una muestra de aquiescencia por parte de Argentina u omisión de algún tipo, el hecho concreto es que, con la firma de dicho acuerdo, Argentina reconoció que entre dicho país y el Reino unido no existían diferencias y que las relaciones bilaterales retornaban a un estado de "inteligencia y cordialidad".

            Tan es así que la firma de dicho Tratado puso fin a los reclamos argentinos que no se volvió a realizar una protesta o reclamo formal (a nivel diplomático) sino hasta 1888, lapso en el cual las más altas autoridades argentinas (Presidentes y Vicepresidentes de la República) reconocieron abiertamente que entre Argentina y el Reino Unido no había disputa por la soberanía de las Malvinas. Como si el cese de las protestas y el reconocimiento formal de que entre ambas naciones no existía una disputa no fuesen suficientes, Argentina mantuvo silencio respecto de las acciones tomadas por los británicos en las islas, tales como concesiones de tierras; en la década de 1870, múltiples consulados (misiones diplomáticas) de distintos países se abrieron en las islas, sin reacción adversa por parte de Argentina.

            La firma de un Tratado consituye "borrón y cuenta nueva" en lo que a relaciones bilaterales se refiere: Argentina - por error u omisión - reconoció en 1849/1850 que entre dicho país y el Reino Unido cesaban las "diferencias existentes" y las relaciones volvían a su "a su anterior estado de buena inteligencia y cordialidad"; sucesivos gobiernos argentinos en actos protocolares formales reconocieron la estabilidad y buena fe de las relaciones entre Argentina y el Reino Unido. No se volvió a presentar protesta formal - ni en forma de cartas diplomáticas ni en forma de discursos oficiales - sino hasta 1888 cuando Norberto Quino Costa, el Ministro de Relaciones Exteriores de la República Argentina, interpuso un reclamo formal ante el Reino Unido por la posesión británica de las Malvinas, casi 40 años luego de la firma de un Tratado que declaraba que entre ambos países no había disputas y casi 40 años después de que ningún gobierno argentino protestase por la soberanía británica de las islas.

            Es decir, lo que se ve es una interrupción en el reclamo a partir de la firma de un tratado que, si bien es cierto no menciona textualmente el caso, sí indica implícitamente - lo mismo que el actuar de los sucesivos gobiernos argentinos durante las décadas de 1850, 1860, 1870 y buena parte de 1880 - que Argentina no reconocía que entre dicho país y el Reino Unido hubiese una situación de disputa o mejor dicho, que a partir de la firma del Tratado de 1849, se concluían las "diferencias existentes" entre ambos gobiernos y el estado de las relaciones volvía a ser de amistad.

            Es importante esto, pues determina que todo reclamo posterior a la firma del Tratado de 1849 carece de valor. Y así ha habido a fines del SXIX y a lo largo del SXX numerosas ocasiones en las que Argentina ha pretendido revivir el reclamo borrando con el codo lo que escribe con la mano.
            El Tratado Arana-Southern no tiene ninguna relación, causa, u origen tanto directa como indirectamente con las islas.

            ¿Quién es el autor de este mamarracho?

            En inglés hay un dicho, cuando la gente se encuentra sumamente desesperada de convencer a otros de su argumentos, se dice "they are clutching at straws". Creo que en español esto se traduce a: "Ud y sus amigos estan echando mano de cualquier expediente" para justificar la invasión y la usurpación británica de las islas Malvinas.

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