En los ultimos meses se han venido produciendo varios incidentes entre estas dos potencias asiaticas, en torno a unos pequeños islotes en el mar de China, pero lo que en realidad esta en juego va mucho mas alla de esas islas. China aspira a convertirse en super-potencia y empieza a reclamar ese lugar. Esta retando a un antiguo enemigo (Japon), pero a la vez, pulseando al verdadero rival, USA.
Australian professor predicts China-Japan war in 2013, US involvement to follow
By Adam Westlake / December 27, 2012
Australian National University professor Hugh White, also a former Australian defense official, believes that the recent violation of Japanese airspace by Chinese planes and Japan’s election of a new, nationalist-leaning prime minister are sure signs that the two Asian superpowers are heading to war within the next year. In an opinion piece for the Sydney Morning Herald, White writes that the tensions developing now between the two countries are the among the conditions that have led to war many times in history, even when conflict is in no one’s interest.
Referring to Japan and China’s worst dispute over the mutually claimed Senkaku / Diaoyu Islands, White says that escalating stand offs over something that is overall worthless is usually how wars are started. He adds that without a doubt he United States would be dragged into the conflict to support Japan, and there’s no guarantee the war would be short or simple. The professor defends his point against the idea that such an outcome – the world’s three richest countries, two with nuclear weapons, going to war in this day and age – by pointing out that one should not confuse what wars are started over with what causes them.
White feels that China is attempting to challenge the U.S. and President Barack Obama’s “pivot to Asia,” itself a response to China’s growing power and territorial claims in the region. He believes that the tit-for-tat dispute over the uninhabited islands in the East China Sea is what inevitably leads to someone opening fire.
The Australian mentions some good points, and certainly the thought of armed conflict between China and Japan has crossed everyone’s minds in recent months, but it still seems that economic warfare would be the more likely outcome. With all the examples of financial losses and threats to the economy since violent protests in China broke out in September, including Japanese auto sales dropping by half, the destruction of Japanese companies and property located in China, and the Beijing government briefly banning Japanese media like newspapers and books, the damage to import and export industries would be more than enough to ruin each country’s standing. White’s closing point certainly rings true however, that neither Japan or China would “win” such a conflict, and that it would involve much of the international community. He also rightly points out that the current crisis will not end by itself.
http://japandailypress.com/australia...follow-2720479
By Adam Westlake / December 27, 2012
Australian National University professor Hugh White, also a former Australian defense official, believes that the recent violation of Japanese airspace by Chinese planes and Japan’s election of a new, nationalist-leaning prime minister are sure signs that the two Asian superpowers are heading to war within the next year. In an opinion piece for the Sydney Morning Herald, White writes that the tensions developing now between the two countries are the among the conditions that have led to war many times in history, even when conflict is in no one’s interest.
Referring to Japan and China’s worst dispute over the mutually claimed Senkaku / Diaoyu Islands, White says that escalating stand offs over something that is overall worthless is usually how wars are started. He adds that without a doubt he United States would be dragged into the conflict to support Japan, and there’s no guarantee the war would be short or simple. The professor defends his point against the idea that such an outcome – the world’s three richest countries, two with nuclear weapons, going to war in this day and age – by pointing out that one should not confuse what wars are started over with what causes them.
White feels that China is attempting to challenge the U.S. and President Barack Obama’s “pivot to Asia,” itself a response to China’s growing power and territorial claims in the region. He believes that the tit-for-tat dispute over the uninhabited islands in the East China Sea is what inevitably leads to someone opening fire.
The Australian mentions some good points, and certainly the thought of armed conflict between China and Japan has crossed everyone’s minds in recent months, but it still seems that economic warfare would be the more likely outcome. With all the examples of financial losses and threats to the economy since violent protests in China broke out in September, including Japanese auto sales dropping by half, the destruction of Japanese companies and property located in China, and the Beijing government briefly banning Japanese media like newspapers and books, the damage to import and export industries would be more than enough to ruin each country’s standing. White’s closing point certainly rings true however, that neither Japan or China would “win” such a conflict, and that it would involve much of the international community. He also rightly points out that the current crisis will not end by itself.
http://japandailypress.com/australia...follow-2720479
China no está preparada para una guerra contra Japón
Palabras claves: China, Europa, Comentarios, Mundo, Política, buque, conflictos, discusión, Japón, islas Senkaku
Autor: Vasili Kashin
27.09.2012, 12:35
© Fotо: jp.wikipedia.org/BehBeh/cc-by-sa 3.0
La crisis en torno a las islas Diaoyu (Senkaku, en japonés) desató el pronunciamiento de amenazantes declaraciones bélicas tanto en la prensa china, como nipona que instaron al empleo la fuerza armada para reafirmar la soberanía de cada uno de estos dos países sobre las islas en litigio.
En realidad, la crisis está muy lejos de concluir en un conflicto armado, y las partes procuran impedir que los acontecimientos conduzcan a una guerra. China evita enviar a las islas no sólo buques de la Armada, sino también guardacostas que se subordinan al Ministerio de Seguridad Pública, porque el envío de buques de guerra pueden ser interpretados como un gesto de agresión, y provocar de forma ocasional, el estallido del conflicto.
En fin de cuentas, las autoridades chinas enviaron a las islas buques de control marítimo, subordinados a la Dirección Nacional de Oceanografía de China. Estos buques poseen solo armamento ligero. Dichos buques no pueden ejercer una influencia notable sobre el desarrollo de la situación, aun cuando sus capitanes tomen tal decisión. Por otra parte, constituyen una excelente herramienta para hacer ostentación de la soberanía china sobre las islas en cuestión.
China tiene muy en cuenta que Japón tiene suscrito un tratado de seguridad con EEUU que incondicionalmente establece el apoyo militar al país del Sol Naciente en caso de que se vea ante algún conflicto. Aparte de la falta de condiciones políticas, de momento, China tampoco dispone del poderío naval suficiente para establecer su control sobre las islas Diaoyu.
Hasta la década de los años ochenta, China dio prioridad al desarrollo de las tropas terrestres. La estructura de la marina china se basó en la concepción de la defensa activa del litoral y su misión fundamental consistió en impedir un eventual desembarco naval estadounidense o soviético en el territorio chino.
En los fundamental, la marina de China estaba compuesta por lanchas lanzamisiles y torpederas, submarinos obsoletos, artillería y misiles costeros también obsoletos. En consecuencia, no pudo acumular la debida experiencia ni tampoco instruir a sus hombres para actuar en alta mar sin el apoyo de la aviación y sistemas de artillería costeros.
A mediados de los años ochentas, maduró la idea de fomentar y modernizar la marina, propuesta que empezó a materializarse tan solo en la segunda mitad de los noventas. Las fuerzas navales recibieron buques relativamente modernos sólo en los últimos años.
Por su nivel tecnológico, la Armada china está muy rezagada respecto a la nipona. La nipona es una de las Marinas más fuertes del mundo. Su cualidad más fuerte es la lucha antisubmarina, ámbito en que China anda muy floja.
Por el número de efectivos, las Fuerzas Armadas de China superan notablemente a las del Japón, destaca el capitán de navío Konstantin Sivkov, primer vicepresidente de la Academia de problemas geopolíticos: en tiempo de paz, el ejército chino cuenta 2,5 millones de efectivos; el japonés, unos doscientos cincuenta mil. Pero la guerra por las islas Senkaku se libraría fundamentalmente con empleo de las fuerzas navales y la aviación.
En caso de que el conflicto realmente estalle, terminaría con una humillante derrota de la aviación y la armada chinas. La mayoría de los expertos coinciden en que actualmente, las Fuerzas Armadas de Japón poseen una enorme ventaja sobre las FFAA de China en dotación técnica e instrucción del personal.
Tampoco cabe atribuir mucha importancia al recién modernizado portaaviones “Variag” que a corto plazo, difícilmente podrá cumplir misiones de combate. La experiencia del desarrollo de la flota oceánica soviética en los años sesentas y setentas del siglo pasado evidencia que esta labor debe realizarse ininterrumpidamente a lo largo de varios años para que aporte resultados concretos. China necesita una flota fuerte para proteger vías marítimas y sus propias aguas territoriales, pero esta labor requiere tiempo y trabajo.
http://spanish.ruvr.ru/2012_09_27/Ch...nkaku-militar/
Palabras claves: China, Europa, Comentarios, Mundo, Política, buque, conflictos, discusión, Japón, islas Senkaku
Autor: Vasili Kashin
27.09.2012, 12:35
© Fotо: jp.wikipedia.org/BehBeh/cc-by-sa 3.0
La crisis en torno a las islas Diaoyu (Senkaku, en japonés) desató el pronunciamiento de amenazantes declaraciones bélicas tanto en la prensa china, como nipona que instaron al empleo la fuerza armada para reafirmar la soberanía de cada uno de estos dos países sobre las islas en litigio.
En realidad, la crisis está muy lejos de concluir en un conflicto armado, y las partes procuran impedir que los acontecimientos conduzcan a una guerra. China evita enviar a las islas no sólo buques de la Armada, sino también guardacostas que se subordinan al Ministerio de Seguridad Pública, porque el envío de buques de guerra pueden ser interpretados como un gesto de agresión, y provocar de forma ocasional, el estallido del conflicto.
En fin de cuentas, las autoridades chinas enviaron a las islas buques de control marítimo, subordinados a la Dirección Nacional de Oceanografía de China. Estos buques poseen solo armamento ligero. Dichos buques no pueden ejercer una influencia notable sobre el desarrollo de la situación, aun cuando sus capitanes tomen tal decisión. Por otra parte, constituyen una excelente herramienta para hacer ostentación de la soberanía china sobre las islas en cuestión.
China tiene muy en cuenta que Japón tiene suscrito un tratado de seguridad con EEUU que incondicionalmente establece el apoyo militar al país del Sol Naciente en caso de que se vea ante algún conflicto. Aparte de la falta de condiciones políticas, de momento, China tampoco dispone del poderío naval suficiente para establecer su control sobre las islas Diaoyu.
Hasta la década de los años ochenta, China dio prioridad al desarrollo de las tropas terrestres. La estructura de la marina china se basó en la concepción de la defensa activa del litoral y su misión fundamental consistió en impedir un eventual desembarco naval estadounidense o soviético en el territorio chino.
En los fundamental, la marina de China estaba compuesta por lanchas lanzamisiles y torpederas, submarinos obsoletos, artillería y misiles costeros también obsoletos. En consecuencia, no pudo acumular la debida experiencia ni tampoco instruir a sus hombres para actuar en alta mar sin el apoyo de la aviación y sistemas de artillería costeros.
A mediados de los años ochentas, maduró la idea de fomentar y modernizar la marina, propuesta que empezó a materializarse tan solo en la segunda mitad de los noventas. Las fuerzas navales recibieron buques relativamente modernos sólo en los últimos años.
Por su nivel tecnológico, la Armada china está muy rezagada respecto a la nipona. La nipona es una de las Marinas más fuertes del mundo. Su cualidad más fuerte es la lucha antisubmarina, ámbito en que China anda muy floja.
Por el número de efectivos, las Fuerzas Armadas de China superan notablemente a las del Japón, destaca el capitán de navío Konstantin Sivkov, primer vicepresidente de la Academia de problemas geopolíticos: en tiempo de paz, el ejército chino cuenta 2,5 millones de efectivos; el japonés, unos doscientos cincuenta mil. Pero la guerra por las islas Senkaku se libraría fundamentalmente con empleo de las fuerzas navales y la aviación.
En caso de que el conflicto realmente estalle, terminaría con una humillante derrota de la aviación y la armada chinas. La mayoría de los expertos coinciden en que actualmente, las Fuerzas Armadas de Japón poseen una enorme ventaja sobre las FFAA de China en dotación técnica e instrucción del personal.
Tampoco cabe atribuir mucha importancia al recién modernizado portaaviones “Variag” que a corto plazo, difícilmente podrá cumplir misiones de combate. La experiencia del desarrollo de la flota oceánica soviética en los años sesentas y setentas del siglo pasado evidencia que esta labor debe realizarse ininterrumpidamente a lo largo de varios años para que aporte resultados concretos. China necesita una flota fuerte para proteger vías marítimas y sus propias aguas territoriales, pero esta labor requiere tiempo y trabajo.
http://spanish.ruvr.ru/2012_09_27/Ch...nkaku-militar/
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