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Conflicto China vs Japon ... USA.

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  • Conflicto China vs Japon ... USA.

    En los ultimos meses se han venido produciendo varios incidentes entre estas dos potencias asiaticas, en torno a unos pequeños islotes en el mar de China, pero lo que en realidad esta en juego va mucho mas alla de esas islas. China aspira a convertirse en super-potencia y empieza a reclamar ese lugar. Esta retando a un antiguo enemigo (Japon), pero a la vez, pulseando al verdadero rival, USA.

    Australian professor predicts China-Japan war in 2013, US involvement to follow

    By Adam Westlake / December 27, 2012

    Australian National University professor Hugh White, also a former Australian defense official, believes that the recent violation of Japanese airspace by Chinese planes and Japan’s election of a new, nationalist-leaning prime minister are sure signs that the two Asian superpowers are heading to war within the next year. In an opinion piece for the Sydney Morning Herald, White writes that the tensions developing now between the two countries are the among the conditions that have led to war many times in history, even when conflict is in no one’s interest.

    Referring to Japan and China’s worst dispute over the mutually claimed Senkaku / Diaoyu Islands, White says that escalating stand offs over something that is overall worthless is usually how wars are started. He adds that without a doubt he United States would be dragged into the conflict to support Japan, and there’s no guarantee the war would be short or simple. The professor defends his point against the idea that such an outcome – the world’s three richest countries, two with nuclear weapons, going to war in this day and age – by pointing out that one should not confuse what wars are started over with what causes them.

    White feels that China is attempting to challenge the U.S. and President Barack Obama’s “pivot to Asia,” itself a response to China’s growing power and territorial claims in the region. He believes that the tit-for-tat dispute over the uninhabited islands in the East China Sea is what inevitably leads to someone opening fire.

    The Australian mentions some good points, and certainly the thought of armed conflict between China and Japan has crossed everyone’s minds in recent months, but it still seems that economic warfare would be the more likely outcome. With all the examples of financial losses and threats to the economy since violent protests in China broke out in September, including Japanese auto sales dropping by half, the destruction of Japanese companies and property located in China, and the Beijing government briefly banning Japanese media like newspapers and books, the damage to import and export industries would be more than enough to ruin each country’s standing. White’s closing point certainly rings true however, that neither Japan or China would “win” such a conflict, and that it would involve much of the international community. He also rightly points out that the current crisis will not end by itself.
    http://japandailypress.com/australia...follow-2720479
    China no está preparada para una guerra contra Japón

    Palabras claves: China, Europa, Comentarios, Mundo, Política, buque, conflictos, discusión, Japón, islas Senkaku
    Autor: Vasili Kashin
    27.09.2012, 12:35


    © Fotо: jp.wikipedia.org/BehBeh/cc-by-sa 3.0
    La crisis en torno a las islas Diaoyu (Senkaku, en japonés) desató el pronunciamiento de amenazantes declaraciones bélicas tanto en la prensa china, como nipona que instaron al empleo la fuerza armada para reafirmar la soberanía de cada uno de estos dos países sobre las islas en litigio.
    En realidad, la crisis está muy lejos de concluir en un conflicto armado, y las partes procuran impedir que los acontecimientos conduzcan a una guerra. China evita enviar a las islas no sólo buques de la Armada, sino también guardacostas que se subordinan al Ministerio de Seguridad Pública, porque el envío de buques de guerra pueden ser interpretados como un gesto de agresión, y provocar de forma ocasional, el estallido del conflicto.

    En fin de cuentas, las autoridades chinas enviaron a las islas buques de control marítimo, subordinados a la Dirección Nacional de Oceanografía de China. Estos buques poseen solo armamento ligero. Dichos buques no pueden ejercer una influencia notable sobre el desarrollo de la situación, aun cuando sus capitanes tomen tal decisión. Por otra parte, constituyen una excelente herramienta para hacer ostentación de la soberanía china sobre las islas en cuestión.

    China tiene muy en cuenta que Japón tiene suscrito un tratado de seguridad con EEUU que incondicionalmente establece el apoyo militar al país del Sol Naciente en caso de que se vea ante algún conflicto. Aparte de la falta de condiciones políticas, de momento, China tampoco dispone del poderío naval suficiente para establecer su control sobre las islas Diaoyu.

    Hasta la década de los años ochenta, China dio prioridad al desarrollo de las tropas terrestres. La estructura de la marina china se basó en la concepción de la defensa activa del litoral y su misión fundamental consistió en impedir un eventual desembarco naval estadounidense o soviético en el territorio chino.

    En los fundamental, la marina de China estaba compuesta por lanchas lanzamisiles y torpederas, submarinos obsoletos, artillería y misiles costeros también obsoletos. En consecuencia, no pudo acumular la debida experiencia ni tampoco instruir a sus hombres para actuar en alta mar sin el apoyo de la aviación y sistemas de artillería costeros.

    A mediados de los años ochentas, maduró la idea de fomentar y modernizar la marina, propuesta que empezó a materializarse tan solo en la segunda mitad de los noventas. Las fuerzas navales recibieron buques relativamente modernos sólo en los últimos años.

    Por su nivel tecnológico, la Armada china está muy rezagada respecto a la nipona. La nipona es una de las Marinas más fuertes del mundo. Su cualidad más fuerte es la lucha antisubmarina, ámbito en que China anda muy floja.

    Por el número de efectivos, las Fuerzas Armadas de China superan notablemente a las del Japón, destaca el capitán de navío Konstantin Sivkov, primer vicepresidente de la Academia de problemas geopolíticos: en tiempo de paz, el ejército chino cuenta 2,5 millones de efectivos; el japonés, unos doscientos cincuenta mil. Pero la guerra por las islas Senkaku se libraría fundamentalmente con empleo de las fuerzas navales y la aviación.

    En caso de que el conflicto realmente estalle, terminaría con una humillante derrota de la aviación y la armada chinas. La mayoría de los expertos coinciden en que actualmente, las Fuerzas Armadas de Japón poseen una enorme ventaja sobre las FFAA de China en dotación técnica e instrucción del personal.

    Tampoco cabe atribuir mucha importancia al recién modernizado portaaviones “Variag” que a corto plazo, difícilmente podrá cumplir misiones de combate. La experiencia del desarrollo de la flota oceánica soviética en los años sesentas y setentas del siglo pasado evidencia que esta labor debe realizarse ininterrumpidamente a lo largo de varios años para que aporte resultados concretos. China necesita una flota fuerte para proteger vías marítimas y sus propias aguas territoriales, pero esta labor requiere tiempo y trabajo.
    http://spanish.ruvr.ru/2012_09_27/Ch...nkaku-militar/
    Editado por última vez por pendragon9; 09/02/2013, 22:23:00.

  • #2
    ¿Qué tan serias son las tensiones entre China y Japón?

    Una nueva polémica por las remotas pero estratégicas islas Senkaku/Diaoyu volvió a poner en evidencia la discordia entre estas dos potencias asiáticas


    Cinco expertos analizan qué tan seria es la situación entre estos dos gigantes asiáticos desde diferentes perspectivas y con base en los actores interesados.(AP)





    (BBC Mundo). Una disputa por ocho islas pequeñas, rocosas y deshabitadas en el Mar de China Oriental ha afectado las relaciones diplomáticas entre China y Japón. En la más reciente polémica, Tokio acusó a Beijing de usar radares que sirven para apuntar misiles contra una de sus embarcaciones en aguas cerca de las islas, llamadas Senkaku en Japón y Diaoyu en China.

    Cinco expertos analizan qué tan seria es la situación entre estos dos gigantes asiáticos desde diferentes perspectivas y con base en los actores interesados.

    VISIÓN GENERAL: CHRISTOPHER HUGHES
    Se trata definitivamente de la situación más seria en las relaciones entre China y Japón en el periodo de la posguerra en términos del riesgo de un conflicto militar.

    Estamos ante la coincidencia de dos regímenes en China y Japón que están enfrentando crisis de legitimidad y la tentación de enfocarse en asuntos nacionalistas para compensar. Pero claramente esto es muy peligroso tanto para las relaciones internas como externas.

    Ni Japón ni China admitirán que desde su perspectiva hay un tema de soberanía que puede ser cuestionado y, por tanto, llevado a cualquier tipo de arbitraje internacional. Estas posiciones absolutistas significan que el tema nunca puede ser resuelto y, en cualquier caso, la opinión política doméstica no lo permitiría.

    Por ello, lo mejor que se puede esperar es que ambas partes traten de mantener el tema en niveles de tensión lo más bajos posibles y se enfoquen en asuntos en los que pueden cooperar.

    Significará que los diplomáticos estarán ocupados tratando de controlar anuncios provocadores y en algún momento tendrá que haber interacción entre el liderazgo político de mayor rango.

    El lado japonés, a pesar de los fuertes discursos y de su intención de no comprometer la soberanía, no quiere que la temperatura suba aun más en el tema, y tratará sigilosamente de comenzar un diálogo para minimizarlo. Pero es difícil decir si China estará dispuesta a responder, y ciertamente tratará de mantener la presión con actividades alrededor de las islas.

    Christopher Hughes es profesor de Política Internacional y Estudios de Japón en la Universidad de Warwick, en Reino Unido.

    CHINA: VICTOR GAO
    China considera la “nacionalización” de las islas Diaoyu por el gobierno japonés en septiembre de 2012 como una provocación seria y hará todo lo que sea necesario para asegurar su soberanía sobre ese territorio.

    Japón está utilizando más y más buques y aviones de guerra alrededor de las islas y está tratando de involucrar a Estados Unidos de su lado en esta disputa. Pues si bien Washington no ha tomado una posición en el tema de la soberanía, sí ha reafirmado que reconoce que Japón ejerza derechos administrativos sobre las Diaoyu, y está pidiendo que el Tratado de Defensa entre Japón y Estados Unidos se aplique a las islas.

    No se necesita más conocimiento para concluir que cualquier otra provocación o incidente mayor en esta situación explosiva puede cruzar el límite. Si Japón quiere instigar un conflicto armado que podría eventualmente poner a China y a Estados Unidos en lados contrarios, sería una fantasía imaginar que cualquier enfrentamiento de este tipo podría permitirle a uno de los lados superar completamente al otro sin una intensificación rápida de una guerra convencional a una no convencional.

    Las tres economías más grandes del mundo, Estados Unidos, China y Japón no tienen nada por ganar y sí todo por perder en un conflicto armado de esa índole, y el mundo en general sufriría consecuencias desastrosas.

    Por eso es hora de que haya una mayor valentía, sabiduría y visión para prevenir que las tensiones sigan aumentando entre China y Japón. Es hora de crear más paz, estabilidad y reconciliación en el noreste de Asia.

    Victor Gao es director de la Asociación Nacional de China para los Estudios Internacionales, vinculada al Ministerio de Relaciones Exteriores de China.

    JAPÓN: TETSUO KOTANI
    La situación alrededor de las islas Senkaku es muy peligrosa. No hay disputa territorial según se define legalmente, pues los reclamos de China por las islas no tienen consistencia ni fundamento legal. Por eso China intenta cambiar el status quo territorial a la fuerza.

    China le quitó a Filipinas con éxito el control del arrecife Scarborough en el Mar de la China Meridional el año pasado, al enviar barcos paramilitares al arrecife. Pero esto no funcionará con Japón, pues la Guardia Costera de Japón es mucho más capaz.

    La marina china es inmadura y sus barcos paramilitares a veces pierden la maniobrabilidad en las aguas turbulentas que rodean a las Senkaku. Sus fuerzas militares también han actuado de manera provocadora, como por ejemplo usando radares para apuntar misiles contra barcos y aeronaves japonesas. Como tal, existe la posibilidad de que haya accidentes y una intensificación.

    Japón no tiene intención de intensificar la situación. Está respondiendo con moderación y al tiempo mantiene los canales de comunicación abiertos. Es responsabilidad de China explicar por qué se mantuvo en silencio sobre las islas durante 76 años entre 1895 y 1971. Hay incluso documentos y mapas en los cuales China reconoció las islas como territorio japonés.

    China debería parar de cuestionar la legitimidad de Japón por la fuerza y, en cambio, debería adoptar medios pacíficos. Si China quiere solucionar esto en una corte, el gobierno japonés aceptaría el reto de un acuerdo con la ley internacional. Al hacerlo, sin embargo, China debe estar preparada para aceptar el dictamen, incluso si no es en su favor.

    Es difícil prever una “solución” pues la pregunta no es sobre la pertenencia de las pequeñas islas. Tampoco es sobre nacionalismo territorial o de recursos. Detrás de la postura de línea dura de China con respecto a las islas está la estrategia antiacceso/negación de área (A2/AD).

    A2/AD se basa en una vigilancia oceánica amplia para detectar y localizar fuerzas enemigas que se acercan. Entre las armas relevantes de la estrategia A2/AD se encuentran una flota amplia de submarinos y aeronaves en tierra con misiles antibuque.

    Por eso, para realizar vigilancia oceánica bloqueando las actividades de vigilancia extranjeras, China reclama casi todas las aguas en los mares de China oriental y meridional, así como el Mar Amarillo. Si China adopta medidas pacíficas para hacer sus demandas, yo creo que Japón y China pueden resolver la confrontación por las islas y aliviar las tensiones. Pero eso requeriría un gran cambio en el pensamiento estratégico de China.

    Tetsuo Kotani es investigador docente del Instituto Japonés de Relaciones Internacionales (JIIA), un centro de estudios con vínculos cercanos al Ministerio de Relaciones Exteriores.

    ESTADOS UNIDOS: RICHARD BUSH
    Estados Unidos está en riesgo de verse involucrado en conflictos entre países que son sus amigos y socios.

    China, Taiwán y Japón reclaman las islas Senkaku/Diaoyu, mientras China, Taiwán y varios países del sudeste asiático reclaman varias formaciones terrestres en el Mar de China Meridional. Tras estos reclamos está una creciente disputa por hidrocarburos y recursos minerales y de pesca.

    A Estados Unidos no le interesan los choques en ningún nivel porque lo obligan a escoger entre países con los que busca tener buenas relaciones. Washington continuará aconsejando moderación entre los contendientes (China se ha convertido merecidamente en el principal receptor). Pero Estados Unidos tiene tanto la necesidad como la oportunidad de facilitar, a través de la diplomacia silenciosa, una reducción en la probabilidad de choques físicos y tensiones relacionadas.

    La meta debería ser estimular a los países en cuestión para que regulen las operaciones de sus agencias marítimas a través de la adopción de mecanismos para evitar conflictos y medidas institucionalizadas para reducir los riesgos.

    Richard Bush es director del Centro para el Estudio de las Políticas del Noreste de Asia, en el Instituto Brookings.

    ASEAN: LYE LIANG FOOK
    La forma en que se han desarrollado las disputas en las islas Senkaku/Diaoyu entre China y Japón tiene implicaciones para las relaciones de la Asociación de las Naciones del Sudeste Asiático (Asean) con China.

    La Asean, formada por diez países más pequeños, fue testigo de cómo China adoptó varias medidas en respuesta a la nacionalización japonesa de las islas.

    A pesar de los forcejeos continuos por aire y por mar por las islas, China aparentemente apretó sus tornillos económicos con Japón. Por ejemplo, han caído las ventas en China de las compañías japonesas, especialmente las productoras de automóviles.

    El miedo de los países que conforman la Asean es que Beijing haga uso de su creciente dependencia económica con China para forzarlos a ceder en temas que Beijing considera de interés nacional.

    Filipinas, por ejemplo, ha estado tambaleando por las diferencias con China sobre el arrecife de Scarborough. Lo que comenzó como pesca ilegal por parte de marineros chinos en aguas cercanas al arrecife en abril de 2012 terminó en una disputa que duró varias semanas.

    Simultáneamente, las exportaciones de Filipinas a China fueron revisadas de manera más intensa, y a los ciudadanos chinos se les recomendó no visitar Filipinas. Lo más interesante es que si bien los barcos gubernamentales filipinos se retiraron del área del arrecife tras un acuerdo aparentemente firmado entre ambas partes en junio de 2012, parece que los barcos del gobierno chino no han cumplido. En esta disputa, Filipinas reaccionó primero.

    Aunque parece haber ganado esta “batalla” por el arrecife, puede terminar siendo una victoria pírrica. Dado su peso, China perdería mucha credibilidad en la Asean si persiste con su enfoque de mano dura. En vez de eso, a la Asean le gustaría que China buscara un acuerdo basado en el “beneficio mutuo” y el “respeto mutuo”, para utilizar el lenguaje diplomático chino.

    Eso implicaría que China debe sentarse con los países demandantes de la Asean e incluso con la propia Asean como organización para diseñar una forma de manejar sus diferencias. Al progresar mediante el diálogo, China puede reafirmar su mensaje de desarrollo pacífico a sus vecinos más pequeños.

    China también puede minimizar la participación de otros países no involucrados directamente en las disputas territoriales.

    Lye Liang Fook es director asistente del Instituto para el Este de Asia, en la Universidad Nacional de Singapur.
    Toda potencia desarrolla, siempre, conductas depredadoras de otras mas debiles. China esta reclamando lo que cree que le corresponde como la "super potencia" a la que apunta ser.

    Comentario


    • #3
      Las aspiraciones de Super Potencia Chinas no pasan de ser eso.

      Lo que definitivamente si es, es una potencia economica basada en las exportaciones, pero si le cierran el estrecho de Singapur por donde pasa el 60% de sus exportaciones de camino a Europa se acabo su poderio economico.

      Tiene que lidiar con vecinos de su peso, llamese la India que controla el mar Indico de camino a Europa, llamese Rusia que lo tiene como cliente preferente de armas hasta cierto punto, pero que a su vez le tiene limitado su abastecimiento de energia, llamese Japon que posee una mejor armada y a la Flota USA en su territorio, hasta Corea del Sur posee una tremenda armada.

      Se encuentran encerrados al oeste por las montañas y el desierto de Goby, su unica salida es por la que fuera la ruta de la seda y por mar y es ahi donde tienen pies de barro.

      Una superpotencia no tiene la cantidad de gente que tiene China viviendo en las condiciones que viven en las areas rurales, ni tiene que mantener la unidad de su territorio por la fuerza, pues mas que un pais es un conglomerado de naciones con intenciones separatistas en muchos casos, como en el legitimo caso del Tibet.

      China al igual que Japon se enfrenta en el corto plazo a un envejecimiento acelerado de la poblacion por su politica de un solo hijo, lo cual le creara una gran presion a su sistema social de pensiones y salud.

      Tambien estan sufriendo los estragos de su total descuido medio ambiental en favor del desarrollo industrial, y dentro de poco se veran migraciones ya no por el tema laboral sino por problemas medio ambientales.

      Lo mejor que puede hacer China es seguir como hasta ahora con su politica de Soft Power, y no irritar mucho a sus vecinos que podrian cerrarle el paso.

      Si hubiera una guerra con Japon donde intervendria USA, no creo que China salga ganando asi utilice su arsenal atomico. Ya desde ahora el sistema Aegis podria interceptar la mayoria de sus misiles balisticos. De que habria una gran destruccion si la habria, pero China llevaria le peor parte y dudo mucho que Rusia se meta a la pelea en favor de China. Los Rusos no tienen un pelo de tontos y de paso se librarian de una potencia vecinal.

      The Japan Maritime Self-Defense Force (JMSDF) and the United States Missile Defense Agency (MDA) announced the successful completion of an Aegis Ballistic Mi...
      "No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que mejor responde al cambio."

      Charles Darwin

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      • #4
        Originalmente publicado por Arquitecto Ver Mensaje
        Si hubiera una guerra con Japon donde intervendria USA, no creo que China salga ganando asi utilice su arsenal atomico.
        Arquitecto..arquitecto...arquitecto...
        Si China utilizara su arsenal atomico, nadie saldria ganando nada. Mejor dicho, todos saldriamos perdiendo, desde EEUU, Japon o Canada hasta Timbuktu...Eso es un hecho concreto e irrefutable, con o sin videitos de youtube...
        Aut viam inveniam aut faciam

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        • #5
          Mas sobre el tema:

          ¿Guerra entre China y Japón?, posibilidades vs probabilidades
          20-septiembre-2012

          ¿Es posible en estos tiempos una guerra entre China y Japón? Posible es, pero vale la pena examinar las probabilidades.

          Ya he explicado que lo que el mundo está experimentando desde hace años es una especie de Guerra Fría de múltiples polos. En las guerras frías hay amagues, amenazas, mucha retórica, despliegue de fuerzas, de músculos, y carreras armamentistas. Pero en ese marco, los conflictos directos entre las partes en guerra se disminuyen al mínimo. Esto no significa que las guerras frías sean estáticas, sino que la dinámica responde a una racionalidad particular. Cuando una de las partes percibe un grado de debilidad en la otra o las otras, se producen incentivos para expandir su fuerza y romper los anteriores equilibrios. En esta ruptura de balances hay dos alternativas. O se permite que la potencia agresiva mantenga su expansión hasta determinados límites, generando con ello nuevas líneas de equilibrio, o se le enfrenta y se le contiene.

          Evidentemente Japón no está en condiciones de enfrentar por sí solo a China, y no lo haría salvo que se viera irremediablemente arrastrado a ello por factores de política interna, pero ese escenario supondría que el conflicto se le habría salido de las manos al primer ministro Yoshihiko Noda. A esto hoy hay que agregar otra serie de elementos tanto de la situación interna en China como del papel que en estos tiempos puede jugar la máxima potencia del planeta, Estados Unidos.

          La disputa

          Anteriormente he descrito ya el conflicto por las islas Diaoyu/Senkaku. Este choque se ubica en el marco de la expansión China alrededor de sus mares para establecer una suerte de espacio vital/esfera de influencia con objetivos tanto económicos como geopolíticos. Beijing busca acceder a la mayor cantidad de recursos posible (incluido el gas natural y otros minerales que hay en esos mares) para lo que hacerse de litorales en altamar le resulta indispensable.

          Al mismo tiempo, China se auto-percibe como esa potencia global en ascenso que tiene el derecho y la capacidad de reclamar un espacio más amplio, enfrentando tanto a los países de la región como a Estados Unidos, superpoder que perciben en fase de declive (Al respecto de las percepciones chinas sobre EU, léase esta nota que lo documenta).

          En ese contexto, China tiene alicientes para seguir adelante con sus reclamos. Japón no está particularmente interesado en las rocas que componen el grupo de islas en disputa. En lo que a su interés se refiere, el estado nipón no tendría objeción alguna en que la isla permaneciese desocupada e inexplotada como siempre. Mientras que China está experimentando una fase expansiva, Japón se encuentra sumergido en condiciones históricas muy diferentes. Pero hay más.

          Política interna en Japón y en China

          Dentro de este conflicto internacional hace falta comprender que una facción política en Japón, el ala conservadora de orientación nacionalista, está buscando reivindicar la posesión de estas islas con el propósito de añadir seguidores, electores y adeptos a sus causas, como ya ha sucedido antes. Al hacerlo, explotan un añejo sentimiento anti-chino que, de acuerdo con estudios, existe no sólo en la derecha nacionalista, sino en amplios sectores del pueblo japonés.

          De este modo, según se argumenta, cuando hace unos días, el primer ministro japonés compra el territorio de las islas Senkaku, se habría adelantado al derechista alcalde de Tokio, quien anteriormente había amagado no sólo con comprar las tierras sino con desarrollarlas, lo que hubiese generado un conflicto aún mayor con Beijing. Es decir, el primer ministro Noda, estaría de hecho favoreciendo el actual Satu-Quo en el que las islas han permanecido durante años: deshabitadas e inexplotadas.

          Paralelamente, Beijing está a pocas semanas de su transición política a través de la cuál el partido comunista cambia sus mandos una vez cada diez años. Algunos analistas argumentan que el despliegue de fuerzas en las zonas limítrofes a la isla y las amenazas a Japón en realidad buscan desviar la atención de lo que ha sido una transición áspera. Entre otras cosas, el futuro sucesor de Hu Jintao, Xi Jinping, estuvo desaparecido sin mayores explicaciones durante prácticamente 15 días. Hay analistas que ven estas señales como indicios de los reacomodos y demostraciones de fuerza dirigidas hacia actores internos. No es casual que la mayor parte de las manifestaciones anti-japonesas que hemos estado viendo en China han sido impulsadas y apoyadas por el gobierno.

          Factores geopolíticos

          En cualquier caso, al margen de los factores de política interna, hay realidades superiores que se terminan imponiendo. Dentro de estas ubicamos al menos tres factores: 1) La continua expansión china como potencia regional y global y por lo tanto, la percepción que eso genera en torno a sus espacios, sus recursos y el dominio de su geografía; 2) El declive relativo de Estados Unidos, quien hasta ahora muestra una franca incapacidad para contener el poderío chino (apenas ayer, Leon Panetta en visita oficial a Beijing declaró que no es intención de EU contener a Beijing); 3) La Guerra Fría multipolar que esta serie de elementos produce tanto en esta como en otras regiones del mundo, con lo que las líneas de choque tenderán a reproducirse en los próximos años.

          En ese contexto, si China decidiera seguir adelante con su expansión territorial, tanto en sus mares del sur como en su mar meridional, no hay forma que los países locales, incluido Japón, por sí solos la detengan. Contener a China supondría una abierta y más directa intervención estadounidense, pero todo indica que actualmente Washington no quiere o no puede (o ambas cosas) jugar ese papel en la región.

          Todavía dejo un factor adicional a incorporar a este análisis: la interdependencia compleja (relaciones comerciales, financieras, económicas, culturales, sociales, entre actores múltiples como empresas, financieras, bancos, organizaciones varias, etc. [Keohane y Nye, 1978]), hace que los incentivos para detener enfrentamientos militares entre países socios como China, Japón, e incluso Estados Unidos, sean mucho más elevados que los motivos para detonar conflictos armados. Pero ese tema, lo tendremos que abordar ya en una próxima entrega.

          La verdadera cuestión por ahora es hasta dónde está dispuesto a llegar el gobierno japonés en su choque con una potencia que en este momento particular de la historia no está capacitado para enfrentar.

          ¿Usted qué piensa?
          Para Japon esta puede ser la oportunidad para cambiar la constitucion pacifista que le limita en desarrollar unas fuerzas armadas plenas y acorde con el nivel cientifico, tecnologico e indutrial que tiene, asi como en el desarrollo de armas nucleares (el punto mas debil), para hacerle frente al expansionismo chino.

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