El arma continúa siendo un cañón de 105mm de ánima rayada (GT-8 fabricado por Denel Ordnance/LIW) que, aunque obsoleta contra un carro moderno, es capaz de batir cualquier tanque regional. Fuera de eso, la torreta ha sido completamente rediseñada, recibiendo el artillero una mira estabilizada diurna/nocturna-termal + LRF, mientras que el jefe recibe una mira panorámica independiente diurna/nocturna LLTV:
Un nuevo sistema de control de tiro y drives nuevos para la torreta y el cañón otorgan mejor desempeño durante disparos en movimiento. Estas mejoras le permiten al tanque combatir bajo condiciones todo-tiempo e incrementar su letalidad gracias a modos de enfrentamiento hunter-killer.
En la foto, la posición del jefe de carro:
La torreta (frontal y techo) y el glacis han recibido mejoras en protección con un blindaje add-on a partir de las ya implementadas en el Mk1B (a nivel de prototipo se desarrolló un blindaje en cuña similar al del Leopard 2A6; esta solución no ha sido todavía implementada). La torreta incorpora asimismo paneles de voladura, similares a los del Abrams, para disipar la energía de una eventual detonación de la munición alojada en el bustle.
Sus predecesores, tanto el veterano Centurion Mk5A como su sucesor, el Olifant Mk1A, destacaron durante su servicio operacional en las etapas finales de la Guerra de Frontera entre Sudáfrica y Angola. Sobre este particular episodio dejé información en otra parte del foro que reposteo para su discusión (más apropiada) aquí:
El Centurion Mk5A (Semel), predecesor del Olifant Mk1, participó activamente durante la Operación 'Protea' en apoyo de las 5,000 tropas sudafricanas que consiguieron, entre el 23 de agosto y 4 de septiembre de 1981, el objetivo de 'limpiar' la provincia de Cunene, en el sur de Angola, de las fuerzas de la FAPLA e irregulares de la SWAPO. Los Centurion combatieron codo a codo con los vehículos a ruedas.
El Olifant Mk1A, desde que ingresó al teatro de operaciones el 30 de noviembre de 1987 (junto con los obuses autopropulsados G-6), cuando las primeras unidades arriban al frente para reforzar las posiciones sudafricanas para el push hacia el este del río Cuito, fue instrumental en el apoyo a las operaciones y logró la destrucción de importantes cantidades de material blindado enemigo, más incluso en ese sentido que el exitoso Ratel FSV 90 (que, con su cañón LIW GT2 semiautomático de 90mm, había demostrado ser un consumado cazacarros) que fue usado con gran efecto como observador de avanzada para designar objetivos para los tanques.
En un enfrentamiento en particular el 14 de enero de 1988, 7 tanques cubanos del 3° Batallón de Tanques - parte de la reserva de la 59° Brigada - al mando el Tte. Cnel. Gómez Betancourt, intentaron repeler a un escuadrón de Olifants en una maniobra audaz pero inútil, cargando contra los sudafricanos y abriendo fuego a quemarropa (a una distancia de apenas 80 metros), resultando al final del día 6 de esos 7 tanques de fabricación soviética destruidos con el único sobreviviente - el del comandante - replegándose con 3 impactos encima.
Aunque no poseía un FCS computarizado, el Olifant Mk1A poseía mejores órganos de puntería - una mira ELOP MSZ-2 de fabricación israelí de dos canales (diurno/nocturno pasivo) con telémetro lasérico integrado, lo que le daba ya en ese entonces una alta probabilidad de acierto al primer disparo, además de la mira AFV No.18 para el artillero y una mira AFV No.14 para el jefe - y estaba mejor artillado (un cañón L7 de 105mm vs. el D10T2S de 100mm) que sus rivales.
El Olifant Mk1A, desde que ingresó al teatro de operaciones el 30 de noviembre de 1987 (junto con los obuses autopropulsados G-6), cuando las primeras unidades arriban al frente para reforzar las posiciones sudafricanas para el push hacia el este del río Cuito, fue instrumental en el apoyo a las operaciones y logró la destrucción de importantes cantidades de material blindado enemigo, más incluso en ese sentido que el exitoso Ratel FSV 90 (que, con su cañón LIW GT2 semiautomático de 90mm, había demostrado ser un consumado cazacarros) que fue usado con gran efecto como observador de avanzada para designar objetivos para los tanques.
En un enfrentamiento en particular el 14 de enero de 1988, 7 tanques cubanos del 3° Batallón de Tanques - parte de la reserva de la 59° Brigada - al mando el Tte. Cnel. Gómez Betancourt, intentaron repeler a un escuadrón de Olifants en una maniobra audaz pero inútil, cargando contra los sudafricanos y abriendo fuego a quemarropa (a una distancia de apenas 80 metros), resultando al final del día 6 de esos 7 tanques de fabricación soviética destruidos con el único sobreviviente - el del comandante - replegándose con 3 impactos encima.
Aunque no poseía un FCS computarizado, el Olifant Mk1A poseía mejores órganos de puntería - una mira ELOP MSZ-2 de fabricación israelí de dos canales (diurno/nocturno pasivo) con telémetro lasérico integrado, lo que le daba ya en ese entonces una alta probabilidad de acierto al primer disparo, además de la mira AFV No.18 para el artillero y una mira AFV No.14 para el jefe - y estaba mejor artillado (un cañón L7 de 105mm vs. el D10T2S de 100mm) que sus rivales.
El tanque en AAD 2012:
DEMO 1
DEMO 2