Anuncio 2

Colapsar

Anuncio

Colapsar
No hay anuncio todavía.

Todos lo buques de la Marina de Guerra del Perù

Colapsar
X
 
  • Filtrar
  • Tiempo
  • Mostrar
Limpiar Todo
nuevos mensajes

  • #21
    La Historia de la Marina de Guerra del Peru VII

    La campaña de Lima y la resistencia naval: Batalla de Miraflores

    Desde el inicio de la guerra se formó una Brigada Torpedista para la defensa de los puertos peruanos. En Arica estuvo basada en la Isla Alacrán, prestando servicios en ella el teniente primero Leoncio Prado. Durante el bloqueo del Callao, la Brigada Torpedista estuvo estacionada en el pontón “Marañón”, contando entre sus miembros a los tenientes primero Decio Oyague Neyra y Manuel Gil Cárdenas, el alférez de fragata Carlos Bondy Tellería, y al ingeniero Manuel J. Cuadros Viñas.

    Organizados por el capitán de navío Leopoldo Sánchez Calderón, la actividad de esta brigada se reflejó en el hundimiento en la rada del Callao del transporte “Loa”, el 3 de julio de 1880; y de la cañonera “Covadonga”, en la bahía de Chancay, el 13 de septiembre del mismo año.

    Especial mención merece el primer submarino construido para una marina de guerra sudamericana, cuando el submarino conocido como el "Toro" fue construido por el Ing. Federico Blume, quien había iniciado sus experimentos en 1866. En la Factoría del Ferrocarril de Paita, en la costa norte del Perú comienza la construcción de su submarino el 22 de Junio de 1,879 para su empleo contra el invasor, preparando su primera misión operativa en 1880 contra los blindados Blanco Encalada y Lord Cochrane, pero éstos se alejaron de la Bahía del Callao al haberse producido una infidencia que los alertó del ataque[1]

    Finalmente, después de la derrota peruana en las San Juan y Miraflores, se destruyeron los restos de la escuadra peruana para evitar que cayera en poder de Chile. Se hundieron la “Unión”, “Atahualpa” y los transportes “Limeña”, “Chalaco”, “Talismán”, “Oroya”, “Rímac” y la cañonera “Arno”. Fue entonces imposible ya toda resistencia en el mar, pero los marinos peruanos continuaron combatiendo en tierra para defender la integridad territorial y la soberanía de su país.

    Encontramos marinos y personal de las guarniciones de los buques peleando con el Ejército a lo largo de toda la guerra. Durante la Batalla de Arica, el 7 de junio de 1880 se inmolaron junto a Bolognesi el capitán de navío Juan Guillermo More, el teniente segundo Manuel Bonhomme y el teniente segundo Manuel Terry, junto con los tripulantes de la fragata “Independencia”.

    Posteriormente, durante la batalla de Miraflores, el 15 de enero de 1881, los batallones Guarnición de Marina y Guardia Chalaca, al mando del capitán de navío Juan Fanning García y del capitán de fragata Carlos Arrieta, defendieron heroicamente sus posiciones entre los Reductos No 2 y No 4. El primero de estos batallones llevó a cabo dos ataques sobre las fuerzas enemigas, sufriendo enormes bajas, entre ellos la mayoría de sus oficiales. El segundo batallón, formado poco antes de la batalla, también luchó con valentía y junto a su comandante fallecieron muchos de sus hombres.

    Durante la Campaña de la Breña fueron varios los marinos que combatieron al lado del general Andrés A. Cáceres. Entre ellos el capitán de navío Luis Germán Astete, los tenientes primeros Leoncio Prado y José Gálvez Moreno, así como el guardiamarina Héctor Villarán. Con el grado de coronel, los marinos Astete y Prado combatieron en Huamachuco el 10 de julio de 1883, falleciendo en dicha acción el primero y siendo fusilado el segundo.

    Segunda etapa republicana: resurgimiento de la Marina de Guerra del Perú (1884-1930) Hacia la conformación de una nueva escuadra.

    Apenas concluido el conflicto se adquirieron pequeños buques de transporte, entre ellos el “Vilcanota” (1884) y el “Perú” (1885), a bordo del cual volvió a funcionar la Escuela Naval en 1888. Al año siguiente llegó el crucero “Lima”, mandado a construir secretamente con un gemelo en Alemania en 1880 pero retenido en Gran Bretaña mientras duró el conflicto. En los años siguientes se incorporaron a la Armada los transportes “Iquitos”, “Chalaco”, “Santa Rosa” y el “Constitución”, y se inició igualmente la recuperación de la actividad marítima nacional.

    Esto último demandó un creciente interés en mejorar las condiciones de seguridad para la navegación, lo que motivó que el 20 de junio de 1903 se creara la Comisión Hidrográfica con el propósito de rectificar por medio de observaciones astronómicas "la posición geográfica de las ciudades y puntos importantes, particularmente de aquellos situados en la costa del Pacífico y en la región bañada por los ríos del Oriente". Aquella comisión fue el precedente de la actual Dirección de Hidrografía y Navegación.

    Primeros pasos hacia la reorganización institucional Con el advenimiento del gobierno de José Pardo y Barreda, los vientos empezaron a cambiar para la institución. Hubo un deseo expreso de apoyarla y rescatarla del ostracismo en que se encontraba. En este quehacer, desempeñó un papel importantísimo el Ministro de Hacienda don Augusto B. Leguía, quien impulsó el resurgimiento de la Marina.

    Contagiado por el fervor popular que se tradujo en donativos en el ámbito nacional, el gobierno de Pardo logró conseguir un préstamo del exterior, contratándose en Inglaterra la construcción de los cruceros “Almirante Grau” y “Coronel Bolognesi”; cuyo arribo, ocurrió en agosto de 1907. Con estas dos adquisiciones se echaron las bases para el renacimiento de la Marina actual. Ese mismo año apareció el primer número de la Revista de Marina, con el propósito de servir de foro de debate para los diversos temas vinculados a lo marítimo en general y a lo naval en particular.

    Misiones navales. En 1904 se había contratado los servicios de una Misión Naval francesa, a cargo del capitán de fragata Paul de Marguerye, para reestructurar la organización y el funcionamiento de la Escuela Naval, siendo los resultados del todo positivos. Durante el primer gobierno de Leguía (1908-1912) la Misión Naval francesa continuó en labores, aumentando el número de sus miembros. Es entonces cuando otro oficial francés, el teniente de navío José A. Theron, se hace cargo de la dirección de la Escuela Naval, determinando pronto su traslado a tierra, estableciéndose inicialmente en el Bellavista. Por otro lado, se envió a varios oficiales a seguir estudios de perfeccionamiento en Argentina, Estados Unidos, España, Francia e Inglaterra.

    Dicha misión concentró su accionar en el Estado Mayor y en la Escuela Naval, produciendo algunos cambios importantes en la organización y en la formación naval. Por esta época, y con marcada influencia de la misión naval, fue la adquisición en Francia de los sumergibles “Teniente Palacios” y “Teniente Ferré”, primeras naves de su tipo en Sudamérica, y el cazatorpedero “Teniente Rodríguez”, que sería el primer buque peruano propulsado por turbinas a vapor. Mención especial merece la cuestionable y frustrada adquisición del crucero acorazado “Comandante Aguirre”, buque que obsoleto al momento de su compra en 1911, no llegaría al Perú al no haberse concluido los pagos por decisión del Gobierno peruano en 1914.

    A partir de 1910, en el marco de las innovaciones tecnológicas, la Armada inició las actividades de radiocomunicación, con resultados satisfactorios, ingresando de esta forma a una nueva era en lo que a comunicaciones se refiere. En el aspecto organizacional, durante el gobierno de Guillermo Billinghurst (1912-1914), la Comandancia General de la Escuadra fue reestructurada.

    Sin embargo, es importante anotar que este proceso de recuperación se vio parcialmente detenido durante la Primera Guerra Mundial. Lo anterior sumado a las dificultades económicas por las que aún atravesaba el Perú impidió la compra de nuevas unidades que incrementaran su disminuido poderío naval. Pero a pesar de ello, se hizo una esforzada labor en lo que a infraestructura y organización se refiere y uno de los logros fue el traslado de la Escuela Naval a un nuevo local expresamente construido en La Punta, en el Callao, así como la creación del Estado Mayor General de la Marina.

    Conflictos con Colombia y Ecuador.

    En los años previos a la Primera Guerra Mundial, el Perú debió enfrentar varios conflictos con sus vecinos en torno a límites internacionales que aún no habían sido definidos. Ante las diferencias limítrofes que se fueron presentando en la región amazónica con Colombia y Ecuador, el gobierno peruano volvió a invertir en la adquisición de algunas unidades fluviales. La más notable fue la cañonera “América”, construida en Inglaterra en 1904.

    Durante su servicio participó en los conflictos con Colombia en 1911 y 1932, siendo particularmente meritoria su actuación en el primero de ellos, cuando al mando del teniente primero Manuel Clavero actuó en combinación con las tropas del coronel Óscar R. Benavides y derrotó a las fuerzas colombianas en La Pedrera, sobre el río Caquetá, en un combate que tuvo lugar el 11 y 12 de julio de 1911.

    Gran parte de estos problemas tuvieron como escenario la Amazonía, pero lo cierto es que los peruanos hacieron esfuerzos importantes para atender ese ámbito de su patrimonio territorial. Como parte de estos esfuerzos, y en el marco del conflicto con Colombia, el recién adquirido “Teniente Rodríguez” fue enviado de Francia al río Amazonas, Una vez superada la crisis, dicho buque debió incorporarse a la escuadra en el Pacífico, convirtiéndose en el primer buque de guerra en cruzar el Canal de Panamá, en 1914.

    Durante la Primera Guerra Mundial, las dificultades logísticas llevaron a que el estado de las unidades peruanas, se viera afectado. Ello fue particularmente crítico en el caso de los sumergibles, cuya vida útil se vio recortada de manera significativa.

    Creación del Ministerio de Marina y la reorganización institucional. En 1919, durante el segundo gobierno de Leguía, siendo necesario continuar con el proceso de mejora de la institución, se efectuaron contactos para contar con asesoría de la Armada de los Estados Unidos, y fruto de ello fue la contratación de la Misión Naval Americana, cuya labor condujo a una reforma total del sistema administrativo de la Marina, reorganizándose la Escuadra, la Escuela Naval así como la mayor parte de las dependencias existentes, teniendo como modelo la organización naval estadounidense. Uno de los importantes logros obtenidos en esta época fue la creación del Ministerio de Marina por ley N° 4003 del 13 de octubre de 1920, separándolo del Ministerio de Guerra y Marina, que databa desde 1821, consiguiéndose con ello la independencia y un manejo más adecuado de sus recursos. También en el mismo año se había creado el Cuerpo de Aviadores de la Armada, antecedente remoto de la actual Fuerza Aérea, que por su importancia, determinó que en 1929, se creara el Ministerio de Marina y Aviación, permaneciendo fusionados ambos portafolios hasta 1941, cuando se creó el Ministerio de Aviación hoy integrado al Ministeriuo de Defensa.

    A partir de 1922 se efectuó la reorganización general de los servicios de la Marina en cuanto a la administración y en lo que a personal refiere, siendo el cambio completo e integral. En 1923 se creó un cuerpo único de oficiales, quedando superada la antigua división entre los de máquinas y los de cubierta que mutuamente ignoraban las funciones respectivas. Por otro lado, con la finalidad de dar más experiencia y oportunidad en el desempeño de diferentes cargos a los oficiales, se estableció un sistema rotativo de puestos y comandos. En ese mismo año, el Comandante estadounidense Charles Gordon Davy, considerado como el gestor de la Escuela Naval contemporánea, efectuó la reorganización plena del Alma Mater de la marina peruana. Los cambios no se limitaron a la parte de instrucción, sino también a las prácticas en la mar y entrenamiento a bordo de las unidades de la Escuadra, y para ello se realizaron por vez primera a partir de 1921 los llamados Cruceros de Verano con participación de los cadetes de la Escuela Naval. En el campo de las comunicaciones, en la Escuela Naval se instaló por primera vez un equipo radioeléctrico con recepción y transmisión, bajo la dirección del teniente primero Manuel R. Nieto.

    El aprovechamiento de la Isla San Lorenzo para instalaciones navales, se tradujo en la construcción de una Estación Naval que sirviera de base para los submarinos que se habían mandado a construir en los Estados Unidos, la cual dentro de sus facilidades contaba con un varadero para carenar y reparar buques de mediano porte. Hidroavión VOUGHT UO1. Otras mejoras de la época, fueron la creación de la Escuela de Aprendices Navales en 1925, antecesora de la actual Escuela de Reclutas; así como la creación en 1930 de la Escuela Superior de Guerra Naval, que se inauguró bajo la dirección del Contralmirante USN William S. Pye.

    Comentario


    • #22
      La Historia de la Marina de Guerra del Peru VIII

      Época moderna (1930-1973) Conflicto con Colombia (1932-1933)
      Los años posteriores luego del derrocamiento del presidente Leguía en agosto de 1930, estuvieron caracterizados por una gran inestabilidad política en el Perú. La Armada no pudo sustraerse a esta realidad y vivió un lamentable levantamiento de la marinería que concluyó con el fusilamiento de ocho tripulantes en la isla San Lorenzo (mayo 1932). La situación se vio complicada al producirse un conflicto fronterizo con la vecina República de Colombia, cuyos orígenes inmediatos se remontaban al gobierno del presidente Leguía, durante el cual se había firmado a espaldas de la opinión publica, un tratado limítrofe que resolvía los asuntos fronterizos pendientes con el país mencionado, conocido como tratado Salomón-Lozano. Hacia mediados del año 1932, este tratado ya era de dominio público, provocando entre los pobladores de Loreto un total rechazo, puesto que se consideraba que dicho acuerdo diplomático lesionaba los intereses nacionales peruanos al haberse cedido el territorio del llamado trapecio amazónico. Ello conllevó a que un grupo de loretanos se apoderara del pueblo de Leticia, ya en posesión de Colombia, expulsando a las autoridades del país vecino. Lo sorpresivo de estos hechos, hizo pensar en un primer momento a las autoridades peruanas encabezadas por el general Luis Miguel Sánchez Cerro, a la sazón presidente de la República, que se trataba de una acción promovida por sus adversarios políticos.

      La grave situación internacional que se presentaba, provocó la protesta del gobierno colombiano, ante lo que el Perú, decidido a respaldar a sus compatriotas; se negó a presentar las excusas del caso y decidió recurrir al empleo de las fuerzas armadas. Como medida de precaución el gobierno decidió movilizar al ejército hacia el norte, así como enviar una fuerza naval para reforzar los contingentes ubicados en la amazonía. Sin embargo, los colombianos se habían adelantado enviando una expedición al mando del general Alfredo Vásquez Cobo, compuesta por varios transportes armados, la misma que se concentró en Belem do Pará. Ante ello, el mando naval peruano dispuso el envío del crucero “Almirante Grau” y los submarinos “R-1” y “R-2”, los cuales conformaron la llamada Fuerza Avanzada del Atlántico.

      En adición a estas naves, el gobierno decidió enviar más refuerzos, y para ello se eligió al crucero “Lima” y al cazatorpedero “Teniente Rodríguez” a los que se unieron posteriormente los destructores “Almirante Villar” y “Almirante Guise”, adquiridos a Estonia. Esta fuerza tenía la misión, en caso se desataran las acciones bélicas, de hostilizar la costa colombiana en el Caribe, detener el tráfico marítimo colombiano y atraer a la aviación de ese país, aliviando las operaciones en la amazonía y penetrar posteriormente en el Amazonas para desalojar a las fuerzas adversarias posesionadas de Leticia.

      Mientras que al “Almirante Grau” se le destinaba a operar en el Atlántico, al “Coronel Bolognesi” se le encomendaba la misión de patrullar conjuntamente con los submarinos “R-2” y “R-3”, en la costa colombiana del Pacífico.

      Tras cruzar el Canal de Panamá el 4 de mayo, la fuerza naval peruana, efectuó escala logística en Curazao, el día 8, luego en la isla Trinidad y finalmente arribaron a Pará en Brasil el 15 del citado mes, permaneciendo allí 10 días. Durante dicho lapso, ante la amenaza que representaban las fuerzas navales peruanas, la voluntad de los presidentes de ambos países así como por las gestiones de países amigos, las tensiones cedieron, motivo por el que sólo continuaron viaje a Iquitos el crucero “Lima” y el cazatorpedero “Teniente Rodríguez”. Una vez cumplida la misión, el resto de buques retornarían al Callao, y los dos nuevos destructores emprenderían la navegación hacia el Pacífico en abril de 1934.

      Creación y establecimiento del Arsenal Naval del Callao [editar]Una de las obras más importantes realizadas en esta época, fue la construcción de un dique y arsenal naval en la zona norte del puerto del Callao, lo que daría lugar al establecimiento definitivo de la Base Naval del Callao, consiguiéndose con ello lograr una aspiración institucional de muchos años, en beneficio de la Escuadra y de la misma marina.

      Guerra con Ecuador (1941)

      Tras diversos incidentes, en julio de 1941 estalló un conflicto de proporciones significativas entre Perú y Ecuador, que culminó en la ocupación de parte del territorio ecuatoriano por las fuerzas peruanas y en la suscripción del Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Río de Janeiro que fijó las fronteras entre ambos países. Las acciones militares se llevaron a cabo tanto en la costa como en la Amazonía, y en ambos teatros le cupo una participación destacada a las fuerzas navales.

      En el Pacífico, los principales elementos de la Escuadra, compuesta por los cruceros “Almirante Grau” y “Coronel Bolognesi”, los destructores “Almirante Guise” y “Almirante Villar”, y los cuatro submarinos "R", establecieron un bloqueo marítimo entre Zorritos y el Canal de Jambelí.

      La labor de la Escuadra sobre el litoral adversario se vio complementada por la flotilla de patrulleras que operaban desde Tumbes controlando la zona de los Esteros, logrando capturar dos pequeñas guarniciones ecuatorianas, las de Payana y Matapalo, así como a la lancha ecuatoriana “Hualtaco”, contribuyendo además en la captura de Puerto Bolívar. Por su parte, en la región oriental, la Flotilla Fluvial del Amazonas proporcionó valioso apoyo logística durante las operaciones para desalojar a los invasores, participando activa y decisivamente en el combate en el que se logró la captura de Rocafuerte, sobre el río Napo.

      La Marina de Guerra del Perú y la Segunda Guerra Mundial

      Como es conocido, a inicios de septiembre de 1939, luego que fuerzas alemanas invadieran Polonia mediante una "Guerra Relámpago", Gran Bretaña le declaró la guerra a Alemania, originándose una serie de acontecimientos que generalizaron el conflicto en Europa y luego a escala mundial.

      El Perú, en un primer momento, decidió no verse involucrado en ese conflicto, pero debido a la orientación de la política internacional del gobierno del presidente Manuel Prado Ugarteche, identificada con los intereses americanistas, así como por la evidente influencia económica y política de los Estados Unidos, luego que este último país fuera atacado sorpresivamente por el Japón, el Perú decidió apoyar la causa aliada.

      Si bien es cierto que el Perú no tomó parte activa en los diferentes escenarios del conflicto mundial, la Marina de Guerra del Perú, desempeñó un papel fundamental en la protección y defensa del litoral, especialmente en la zona norte del país en donde se hallaba la refinería de Talara, que se constituía en una de las áreas productoras de recursos energéticos de vital importancia para el funcionamiento para la maquinaria e industria bélica aliada, y por supuesto, para el consumo nacional peruano.

      La Marina, desde principios de 1942 hasta mediados de 1945, no obstante la carencia de medios adecuados y a pesar de no haberse recibido todo el apoyo solicitado a los Estados Unidos, desempeñó a cabalidad las misiones y tareas que le fueron asignadas en la defensa del litoral, gracias a la preparación, esfuerzo y profesionalismo desempeñado por las dotaciones de las diferentes unidades de superficie, submarinas y terrestres destacadas a la zona norte.

      El sistema defensivo adoptado para el litoral, conllevó a la creación en 1943 de la Fuerza de Comandos Navales, la misma que tres años después pasó a denominarse Comando General de Defensa Costa, base de la actual Fuerza de Infantería de Marina.

      Época contemporánea [editar]Durante la década de los 60, fue preocupación del alto mando naval el dotar a las fuerzas navales de nuevas unidades, e ir empezando a reemplazar las que por su obsolescencia eran dadas de baja, como el caso de las viejas fragatas “Teniente Ferré” y “Teniente Palacios” retiradas en 1966.

      Tras los estudios a cargo del Estado Mayor y las gestiones respectivas por los comisionados navales en Europa, entre los años 1968 y 1969 se concretó la compra de dos destructores británicos de la clase Daring, el “Diana” y el “Decoy”, rebautizados “Teniente Palacios” y “Teniente Ferré”, respectivamente, que se hallaban en excelente estado de operatividad. El alto mando naval peruano, consideró someter ambos buques a un proceso de modernización, y de manera acertada se incluyó en su nuevo sistema de armas, la instalación de misiles superficie-superficie, nueva y efectiva arma que había hecho su debut durante la guerra árabe-israelí de 1967, cuando una lancha lanzamisiles egipcia de origen soviético hundió al destructor israelí “Eliath”. Tomada esta decisión, se realizó gestiones reservadas con los fabricantes franceses de un nuevo tipo de misil, el Exocet, que aún se hallaba en fase de pruebas, a fin instalarlos a bordo de los nuevos destructores. De esta manera fueron sometidos a una completa modernización en astilleros británicos. Finalizada su modernización, ambos buques llegaron al Callao en 1973, constituyéndose como los primeros buques en la región en poseer misiles superficie-superficie.

      Ese mismo año, se adquirió el crucero holandés “De Ruyter”, que bautizado como “Almirante Grau”, pasó a ser el nuevo buque insignia de la Escuadra y el antiguo “Almirante Grau” pasó a denominarse “Capitán Quiñones”.

      Prosiguiendo con el plan de adquisiciones navales, en el mismo año 1973, se firmó un contrato con el astillero italiano Cantieri Navali Riuniti para la construcción de cuatro fragatas lanzamisiles tipo Lupo, dos de ellas en astilleros italianos y las otras dos con asistencia técnica en los astilleros del SIMA, en el Callao. La primera de ellas, la “Carvajal” fue incorporada al servicio en 1978, y al año siguiente lo hizo la “Villavisencio”. Las fragatas construidas en el Callao fueron la “Montero”, entregada en 1984, y la “Mariátegui”, en 1986.

      Adicionalmente, en 1976 fue adquirido en Holanda otro crucero, el “De Zeven Provincien”, el que rebautizado “Aguirre” fue sometido a un proceso de conversión a porta helicópteros, con capacidad para operar tres helicópteros Sea King armados con misiles aire-superficie Exocet AM-39 o de torpedos para guerra antisubmarina. Este nuevo crucero hizo su arribo al Callao en mayo de 1978 acompañado del destructor “García y García”, también adquirido en Holanda. Entre 1979 y 1983 se sumaron otros siete destructores antisubmarinos de la misma procedencia: “Villar”, “Quiñones”, “Gálvez”, “Diez Canseco”, “Castilla”, “Bolognesi”, y “Guise”.

      Otra adición a la escuadra fue el proyecto Tiburón, que consistió en la construcción en astilleros franceses de seis corbetas lanzamisiles del tipo PR-72P, que con los nombres de “Velarde”, “Santillana”, “De los Heros”, “Herrera”, “Larrea” y “Sánchez Carrión”, fueron construidas entre los años 1978 y 1981. Por otro lado, el crucero “Almirante Grau” fue modernizado en Holanda entre 1985 y 1988 siendo dotado de nuevos sistemas de combate y de misiles superficie-superficie Otomat.

      La renovación e incremento de las fuerzas navales no sólo se dio con unidades de superficie, sino también se hizo extensivo a las demás fuerzas. Entre 1974 y 1984 se construyeron en Alemania seis submarinos de la clase 209, que fueron incorporados con los nombres de “Islay”, “Arica”, “Pisagua”, “Chipana”, “Casma” y “Antofagasta”. Asimismo, en 1975 se adquirió en los Estados Unidos dos submarinos oceánicos del tipo Guppy IA, rebautizados “Pacocha” y “La Pedrera”.

      El Servicio Aeronaval incorporó aviones antisubmarinos Tracker S-2E y S-2G, de exploración marítima Fokker F-27MP, helicópteros antisubmarinos AB-212 y helicópteros Sea King en versión antisubmarina y antisuperficie. La Infantería de Marina igualmente recibió equipamiento nuevo, entre ello una compañía de vehículos de reconocimiento Chaimite de fabricación portuguesa, adquiriendo asimismo mayores capacidades para operaciones de reconocimiento anfibio y aerotransportadas.

      Finalmente, en 1969 se creó la Escuela de Demolición Submarina, que sería la base de la actual Fuerza de Operaciones Especiales.

      La Marina en estos últimos treinta años ha tenido que enfrentar grandes retos y dificultades. Participó activamente en dos conflictos internaciones con Ecuador (1981 y 1995), cubriendo como era del caso el flanco marítimo y el flanco fluvial. En ese mismo contexto, varios de sus miembros participaron activamente en el proceso de negociación que siguió a cada uno de estos conflictos.

      Por otro lado, debió lamentar la pérdida de varios de sus miembros a consecuencia del hundimiento submarino “Pacocha” en aguas del Callao, el 26 de agosto de 1988, luego de ser colisionado por un pesquero japonés. El heroico comportamiento de su comandante, capitán de fragata Daniel Nieva, y de todos sus tripulantes, estuvo a la altura de las circunstancias. El posterior reflotamiento de la nave fue un triunfo del Servicio de Buceo y Salvataje que contribuyó a aliviar el pesar institucional por esas pérdidas.

      Estando en el inicio de un nuevo siglo, la Marina de Guerra del Perú, actualmente se halla avocada a un proceso de modernización institucional con miras a hallarse preparada a los retos que el nuevo orden mundial demanda del país.[/QUOTE]

      Una resena de la Marina de Guerra del Peru desde las epoca del Virreynato

      Comentario


      • #23
        Esta es una resena de la historia de la Marina de Guerra del Peru desde la epoca Virreynal.

        Creo que seria un aporte porque alli menciona a todos los barcos que el Peru ha tenido desde la epoca Virreynal hasta nuestros tiempos claro aunque la informacion no es completa al final.

        Tambien hay una parte donde hace resena del Crucero Frances Dupuy de Lome, donde es mas claro las razones del porque este crucvero frances jamas llego a integrar al armada peruana y la razon principal segun esta version es que rl gobierno suspendio los pagos al gobierno frances porque estaba enfocada en al inversion de los sumergibles que se estaban construyendo.

        La otra razon porque el crucero ha era obsoleto y la opinion publica tambien como expresan otras fuentes de los otros foristas.



        Saludos



        [email protected]
        Editado por última vez por Perulatino; 25/12/2009, 19:30:35.

        Comentario


        • #24
          La MGP en el siglo XX

          Como leo en esta historia Naval, que creo que es un resumen para los cadetes, hay demasiado apasionamiento por la guerra del Pacifico 1879 1883, y cuando llega al siglo xx se desinfla, como si no fueron momentos muy difíciles para el Perú, al tener conflictos en todas sus fronteras, sumado a la ocupación del sur.

          Bueno sin ser alucinado seria una buena idea aportar en este injusto vació histórico.

          Bueno a trabajar, creo que debemos hacer un indice primero

          kodak

          Comentario


          • #25
            La MGP en el XIX

            revisando lo escrito en este resumen, espero que los cadetes ya no lo usen, puras imposiciones y errores ya superados por los Historiadores Navales.

            Lo del 2 de mayo de 1866 es terrible la cantidad de errores, así no hay nadie que aprenda de la historia.

            Algo asustado

            KODAK

            Comentario

            Trabajando...
            X