Radar Secundario Monopulso Argentino (RSMA) “INKAN”

El radar secundario 2D INKAN (“Amigo”, en mapuche) ha sido adoptado por el Gobierno Nacional para formar parte del Plan Nacional de Radarización, que incluirá 11 de estos aparatos, el primero de los cuales está siendo probado exitosamente en el Aeropuerto Internacional de Bariloche. El INKAN es un sistema muy sensible pero resistente a climas extremos, de mínimo mantenimiento, ideal para un país cuyas rutas aéreas y fronteras incluyen vastos territorios despoblados, con clima extremo y de acceso difícil. Por diseño, funciona con sólo 30 minutos de mantenimiento preventivo cada 90 días.
En la actual situación de la Argentina, con una aeronavegación crecientemente complejizada por un aumento exponencial del turismo, el INKAN puede multiplicar la cantidad de vuelos capaces de ser monitoreados por los controladores de los aeropuertos.
Los radares secundarios o 2D como el INKAN emiten una señal de microondas que “interroga” a un traspondedor ubicado obligatoriamente en todos los aviones comerciales o privados de cierto porte. En primer lugar, detecta pasivamente la dirección y azimut (ubicación dentro de los 360 grados de la horizontal) de la aeronave, y en segundo, al ser iluminado por el haz del radar, el traspondedor emite automáticamente la identificación de la aeronave, y su altura de vuelo.
Los radares secundarios aumentan notablemente la seguridad de los aeropuertos, pero no pueden detectar aeronaves que, al carecer de traspondedor, no colaboran. Los radares secundarios trabajan como sensores únicos, o sincronizados con el sistema de radares primarios. Están concebido para ser emplazados junto a aeropuertos, pero también en puntos remotos inatendidos de las rutas aéreas, desde donde transmiten la información recogida a los centros de control.
El volumen de cobertura del INKAN abarca los 360° azimutales, distancias de hasta 200 millas náuticas, y altitudes de hasta 100.000 pies entre 0,5° y 45° de ascención recta. Puede detectar hasta picos de 400 aviones, y hasta 200 en 90°.
Radar MET 1 (Modelo de Evaluación Tecnológica)

INVAP ha encarado el desarrollo de un prototipo de radar primario 3D del que se espera que podrá ser sometido a los primeros ensayos hacia mediados de 2007. El país aún no produce estos equipos, que son altamente complejos y deben unirse en una red de alcance nacional, pero la situación está por cambiar.
Los “radares primarios” o de “tres dimensiones” emiten una señal de cierta banda de microondas, la que se refleja pasivamente en una aeronave y, al ser recibido, este reflejo da la información sobre la dirección, la distancia y la altura del avión. Por eso se habla de “3D”.
A diferencia de los radares 2D, que “interrogan” a un traspondedor ubicado a bordo de los vuelos regulados y legales, los radares 3D no requieren la colaboración activa de las aeronaves. Por tal motivo, sirven sobre todo para la vigilancia de espacios aéreos que puedan ser violados por vuelos clandestinos u hostiles.
Los radares primarios formarán la columna vertebral del Plan Nacional de Radarización de la Argentina encarado por el Gobierno Nacional, hoy en etapa de construcción. Como otros proyectos de INVAP para el control de grandes espacios, el radar 3D está destinado tanto al mercado argentino como a la exportación.
MODERNIZACIÓN DE RADARES MÓVILES RASIT

Radar portátil RASIT repotenciado por INVAP en fase de testeo, escrutando la margen oriental del lago Nahuel Huapi desde el cerro Otto. Se puede apreciar la cámara añadida, que añade capacidad de detección óptica a las propias del RASIT original (radarística y sónica)
El RASIT es un pequeño radar portátil de efecto Doppler para vigilancia terrestre, utilizado desde los años ochenta para detectar blancos móviles terrestres y aéreos de baja altura, a los que además discrimina y clasifica por su velocidad radial y su sonido característico.
La modernización de estos equipos por INVAP los transforma en detectores de objetos móviles de capacidades considerablemente ampliadas. Al RASIT le hemos incorporado un sistema digital y una interfase con el operador mucho más amigable, ya que incorpora en tiempo real la información adquirida a un mapa georreferenciado compatible –en el caso del usuario argentino- con la cartografía IGM, del Instituto Geográfico Militar. Cada objetivo detectado puede seguirse en sus evoluciones sobre este mapa.
La mayor modificación del RASIT por INVAP ha sido la facilitación del trabajo para el operador, que encuentra la información sobre blancos desplegada sobre cartografía. Fijado el azimut del blanco, su posición, altura y velocidad, la cámara con zoom le permite además tener al operador una imagen óptica del mismo
La modernización INVAP del RASIT lo dota también de una cámara óptica, una brújula y un GPS, además de dispositivos de interface para su integración dentro de un sistema de control más amplio. Nuevamente, en el caso local, dicho sistema es el “Comando y Control” del Ejército Nacional.

El radar secundario 2D INKAN (“Amigo”, en mapuche) ha sido adoptado por el Gobierno Nacional para formar parte del Plan Nacional de Radarización, que incluirá 11 de estos aparatos, el primero de los cuales está siendo probado exitosamente en el Aeropuerto Internacional de Bariloche. El INKAN es un sistema muy sensible pero resistente a climas extremos, de mínimo mantenimiento, ideal para un país cuyas rutas aéreas y fronteras incluyen vastos territorios despoblados, con clima extremo y de acceso difícil. Por diseño, funciona con sólo 30 minutos de mantenimiento preventivo cada 90 días.
En la actual situación de la Argentina, con una aeronavegación crecientemente complejizada por un aumento exponencial del turismo, el INKAN puede multiplicar la cantidad de vuelos capaces de ser monitoreados por los controladores de los aeropuertos.
Los radares secundarios o 2D como el INKAN emiten una señal de microondas que “interroga” a un traspondedor ubicado obligatoriamente en todos los aviones comerciales o privados de cierto porte. En primer lugar, detecta pasivamente la dirección y azimut (ubicación dentro de los 360 grados de la horizontal) de la aeronave, y en segundo, al ser iluminado por el haz del radar, el traspondedor emite automáticamente la identificación de la aeronave, y su altura de vuelo.
Los radares secundarios aumentan notablemente la seguridad de los aeropuertos, pero no pueden detectar aeronaves que, al carecer de traspondedor, no colaboran. Los radares secundarios trabajan como sensores únicos, o sincronizados con el sistema de radares primarios. Están concebido para ser emplazados junto a aeropuertos, pero también en puntos remotos inatendidos de las rutas aéreas, desde donde transmiten la información recogida a los centros de control.
El volumen de cobertura del INKAN abarca los 360° azimutales, distancias de hasta 200 millas náuticas, y altitudes de hasta 100.000 pies entre 0,5° y 45° de ascención recta. Puede detectar hasta picos de 400 aviones, y hasta 200 en 90°.
Radar MET 1 (Modelo de Evaluación Tecnológica)

INVAP ha encarado el desarrollo de un prototipo de radar primario 3D del que se espera que podrá ser sometido a los primeros ensayos hacia mediados de 2007. El país aún no produce estos equipos, que son altamente complejos y deben unirse en una red de alcance nacional, pero la situación está por cambiar.
Los “radares primarios” o de “tres dimensiones” emiten una señal de cierta banda de microondas, la que se refleja pasivamente en una aeronave y, al ser recibido, este reflejo da la información sobre la dirección, la distancia y la altura del avión. Por eso se habla de “3D”.
A diferencia de los radares 2D, que “interrogan” a un traspondedor ubicado a bordo de los vuelos regulados y legales, los radares 3D no requieren la colaboración activa de las aeronaves. Por tal motivo, sirven sobre todo para la vigilancia de espacios aéreos que puedan ser violados por vuelos clandestinos u hostiles.
Los radares primarios formarán la columna vertebral del Plan Nacional de Radarización de la Argentina encarado por el Gobierno Nacional, hoy en etapa de construcción. Como otros proyectos de INVAP para el control de grandes espacios, el radar 3D está destinado tanto al mercado argentino como a la exportación.
MODERNIZACIÓN DE RADARES MÓVILES RASIT


Radar portátil RASIT repotenciado por INVAP en fase de testeo, escrutando la margen oriental del lago Nahuel Huapi desde el cerro Otto. Se puede apreciar la cámara añadida, que añade capacidad de detección óptica a las propias del RASIT original (radarística y sónica)
El RASIT es un pequeño radar portátil de efecto Doppler para vigilancia terrestre, utilizado desde los años ochenta para detectar blancos móviles terrestres y aéreos de baja altura, a los que además discrimina y clasifica por su velocidad radial y su sonido característico.
La modernización de estos equipos por INVAP los transforma en detectores de objetos móviles de capacidades considerablemente ampliadas. Al RASIT le hemos incorporado un sistema digital y una interfase con el operador mucho más amigable, ya que incorpora en tiempo real la información adquirida a un mapa georreferenciado compatible –en el caso del usuario argentino- con la cartografía IGM, del Instituto Geográfico Militar. Cada objetivo detectado puede seguirse en sus evoluciones sobre este mapa.
La mayor modificación del RASIT por INVAP ha sido la facilitación del trabajo para el operador, que encuentra la información sobre blancos desplegada sobre cartografía. Fijado el azimut del blanco, su posición, altura y velocidad, la cámara con zoom le permite además tener al operador una imagen óptica del mismo
La modernización INVAP del RASIT lo dota también de una cámara óptica, una brújula y un GPS, además de dispositivos de interface para su integración dentro de un sistema de control más amplio. Nuevamente, en el caso local, dicho sistema es el “Comando y Control” del Ejército Nacional.
Comentario