Originalmente publicado por arthurium
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Con referencia a los LLMM, no podemos limitar su misión a ser escuela de formación secundaria. Las hay primarias y otras emergentes de la propia formación de estos Intitutos, que a continuación menciono:
Aspectos Importantes:
1. Formar jovenes desde su infancia hasta su adolescencia, dentro de los valores nacionales y cristianos que se corresponden con la sociedad que integran.
2. Mantener la reserva de Oficiales de las Armas, para una posible convocatoria a las armas en caso de guerra, con la jerarquía que hayan alcanzado a través de la formación en los Institutos (Subtenientes), y los cursos adicionales que se realizan anualmente, que permiten escalar en la jerarquía hasta el grado de Mayor (Creo que no hay de más grado aún).
3. Obtener dentro de las necesidades de la defensa, profesionales civiles, con grado militar de reserva, que puedan cooperar en caso necesario, bajo estado militar, dentro de la profesión que hayan abrazado a su egreso, si no optaron por continuar su carrera militar. (Vg. Ingenieros, Médicos, Abogados, Informáticos, etc.)
4. Constituir una alternativa educativa distinta de los tradicionales institutos de formación secundaria.
5. Canalizar la vocación militar temprana, orientando con una experiencia previa, la continuidad dentro de las filas permanentes, siempre que ingresen luego a los institutos de formación universitarios de los que egresan los Oficiales de las FFAA.
6. Adicionar a la educación secundaria tradicional, la formación con impronta de liderazgo que ninguna de la alternativas no militares brinda.
Ahora bien: la RA, como supongo otros países, atraviesa una crisis de defensa, que no es distinta a la que padecen otras áreas de interés nacional, como la salud, la educación, la seguridad, la justicia, etc...
No existen objetivos nacionales definidos y permanentes, esto es el sustento esencial de esa crisis, por ello las planificaciones con referencia a los diferentes componentes del potencial nacional, son erraticas y muchas veces improvisadas y sometidas a la visión del gobierno de turno. Esto complica mucho las cosas al momento de saber y determinar misiones y funciones de los elementos de la defensa.
Lamentablemente hay determinaciones con efecto irreversible. Por ejemplo la constitución de las reservas, que hoy son casi inexistentes, porque habiéndose eliminado el SMO en la década del 90, la masa de ciudadanos instruídos militarmente, hoy tienen una edad próxima a los 35 años (casí inútil para componer fracciones de combate cercano), si a esto agregamos un ejército permanente totalmente disminuído en sus efectivos y el avance permanente de la tecnología y prácticas de la guerra, diriamos que no disponemos de FFAA (Cuadro Permanente, Personal Retirado y Reserva) en capacidad de enfrentar un conflicto convencional en el marco regional y de dudosa eficiencia en el marco no convencional (ambiente de guerra terrorista o revolucionaria).
Nuestro Gobierno Nacional y Democrático, con una política que siempre teme al fantasma de la "dictadura"; sin quererlo, ha quedado expuesto a cualquier forma armada de amenaza que pueda atentar contra la permanencia de las instituciones esenciales, de la República y la propia Democracia.
En el contexto del párrafo precedente, el mismo accionar se aplica a los LLMM, olvidando que para obtener los beneficios de cualquier acción, deben tomarse los riesgos de los efectos colaterales o indeseados que la misma puede traer aparejados.
No parece haber un asesoramiento eficaz, que pueda revertir esta visión distorcionada de la conducción. Hoy estamos en manos de cualquier enemigo, bajo cualquier forma de agresión, sea económica, como la explotación de los recursos del mar continental (pesca ilegal, explotación de recursos intra-plataforma, integridad del territorio a través de su demarcación limitrofe, etc.) o militar, con finalidad expansionista o como respaldo a alguna determinación política que no pudo ser resuelta por la vía diplomática.
Hay que pensar que la protección de la integridad territorial, y de los recursos económicos, son solo el punto de partida del aparato defensivo de una nación. Ya estamos en el límite de no poder garantizar ni siquiera esta mínima condición, cuanto menos el sustento militar de las políticas exteriores que pueda plantear el Gobierno Nacional.
Es decir que estamos en problemas.
Esta es mi humilde y enteramente opinable visión de nuestra realidad, en la que encaja perfectamente esta nueva determinación con referencia a los Liceos Militares.
Cordial Saludo
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