Sistema de Defensa de la República Oriental del Uruguay
Abr-11-06
Por Ignacio J. Osacar - Coordinador de la Comisión de Defensa del CENM.

La Defensa Nacional de la República Oriental del Uruguay impone asegurar 1564 Km de límites internacionales, de los cuales 579 Km son con la Argentina, 985 Km con el Brasil y una línea costera de 680 Km. Sus aguas jurisdiccionales totalizan 137.567 Km2, comprendiendo la Zona Económica Exclusiva (ZEE) hasta el límite de las 200 millas. Es uno de los países más pequeños de Sudamérica con 176.400 Km2 poblado por solo 3.415.929 habitantes, con un bajo crecimiento anual estimado de 0.47%.
La experiencia bélica uruguaya se remonta a la guerra contra el Brasil en el siglo XIX, que culminó con la consolidación soberana del país y el corto conflicto interior contra la organización insurgente maoísta Tupamaros en la década de los 60. Es destacable que mantuvieron un permanente aporte de tropas al servicio de la Organización de las Naciones Unidas desde los 80, lo que ha contribuido significativamente a la experiencia operacional de sus tropas. En la actualidad hay 2560 militares uruguayos en 11 misiones distintas en todo el mundo.
Los objetivos establecidos para la Defensa Nacional son los siguientes:
° Garantizar la soberanía, la integridad territorial, la independencia, el honor, y la paz de la República, su Constitución y sus Leyes.
° Proteger la vida e integridad de sus habitantes y su identidad cultural.
° Respaldar el sistema de gobierno republicano, representativo y el estado de derecho, así como el desarrollo económico y social del país.
° Mantener la presencia en la ZEE y la plataforma continental.
Adicionalmente se agregan los objetivos denominados coyunturales que determinan:
º Proteger los recursos renovables y no renovables.
º Contribuir a la conservación del medio ambiente.
º Contribuir al mantenimiento de la paz y seguridad internacional y la solidaridad y respeto de la vida humana.
º Proyectar y promover la presencia del Estado en el continente antártico.
º Profundizar las relaciones de cooperación, fomentando la confianza mutua y la amistad con los países de la región en especial con el MERCOSUR.
º Respaldar el desarrollo del conocimiento en materia de investigación científica y la adquisición de tecnología.
Sin embargo, los objetivos no son acompañados por la correspondiente asignación de recursos para que puedan ser cumplidos. El Uruguay es uno de los países de la región que menos gasta en Defensa, asignando en el 2004 1,38 de su PBI, lo que significan unos USD 175 millones. No obstante, la asignación per capita supera holgadamente la media, totalizando los USD 46. La carga de los gastos se reparte entre 66,7% de Gastos en Personal y 33,2% de Otros Gastos. Esta gran proporción de gasto en sueldos, que limita la capacidad operativa, es una deficiencia común en la región, más cuando se refiere a fuerzas enteramente profesionales como en este caso. Los denominados "Otros Gastos" incluyen los gastos operativos y de mantenimiento, y también el reequipamiento, el que no esta expresamente detallado, pero que es sumamente restringido.
Las Fuerzas Armadas están constituidas por el Ejército Nacional, la Armada Nacional y la Fuerza Aérea Uruguaya, cuentan con 26.000 efectivos profesionales, de los cuales 17.400 corresponden al Ejército, 5.900 a la Armada y 2.700 a la Fuerza Aérea. Los efectivos uruguayos son uno de los más reducidos de la región junto a los del Paraguay, Guayana y Surinam., sin embargo hay 76 efectivos cada 1000 habitantes, la relación más alta de los países sudamericanos (1) y una densidad de 14 militares cada 100 Km2 (2).
La doctrina vigente determina que el poder militar puede ser empleado en situaciones de paz o de guerra. Para tiempo de paz se las caracterizan condiciones de Normalidad, Adversas o de Conflicto.
Las de Normalidad no requieren aclaración, mientras que las Adversas describen la existencia de interferencias a la vida normal del país, sin que exista una voluntad intencionada que se oponga a la acción del Estado. Es el caso de desastres ocasionados por la naturaleza o el hombre.
Los Conflictos están clasificados como Internos, de Identidad, Desestructurados, Armado Interno y Armado Internacional.
El Conflicto Interno implica una profunda perturbación del orden público y la continuidad de los servicios esenciales, con violencia y desborde de las fuerzas Policiales y los Organismos del Estado.
El Conflicto de Identidad describe desplazamientos de ciertas partes de la población como consecuencia de la intensa propaganda, miedo, odio o violencia, en detrimento de la identidad nacional y excluyendo toda posibilidad de cohabitación.
El Conflicto Desestructurado es aquel donde se produce la desaparición total o parcial del poder del Estado con la intervención de grupos armados que intenten tomar el poder.
El Conflicto Armado Interno califica la actuación de grupos armados identificables, que confrontan entre ellos o bien contra las Fuerzas Armadas.
Finalmente el Conflicto Armado Internacional ocurre cuando se produce el enfrentamiento entre dos o más países. Podemos observar que el poder militar esta previsto empeñarlo en cualquiera de las situaciones anteriormente referidas, incluso en el ámbito interior.
El estado de guerra es el resultante de la declaración de guerra formal contra otro país de acuerdo a lo establecido por la ley pertinente.
Se determinan cuatro grandes conceptos Estratégicos Operativos en la Defensa. En primer lugar, la Disuasión como paso ineludible ante toda fricción o conflicto. Seguidamente existe la Defensa Externa, donde se desarrollan operaciones militares convencionales, especiales (no convencionales), conjuntas y combinadas, además de las llamadas de Resistencia Nacional. Es interesante remarcar este último punto ya que se anticipa que ante la ocupación total o parcial del territorio, tanto las fuerzas militares como la población civil deben movilizarse y organizarse para la operar contra el invasor con cualquier medio disponible. También se especifica que ante la intervención de organismos internacionales o apoyos externos en el marco de la seguridad hemisférica se debe anticipar la actuación de fuerzas uruguayas con Fuerzas Armadas de otros países. La Defensa Interna, puntualiza diferenciadamente operaciones contra el Terrorismo Internacional y contra Movimientos Insurgentes. Por último se consideran globalmente Estrategias para el cumplimiento de misiones que surjan de tareas accesorias de la Defensa.
Abr-11-06
Por Ignacio J. Osacar - Coordinador de la Comisión de Defensa del CENM.

La Defensa Nacional de la República Oriental del Uruguay impone asegurar 1564 Km de límites internacionales, de los cuales 579 Km son con la Argentina, 985 Km con el Brasil y una línea costera de 680 Km. Sus aguas jurisdiccionales totalizan 137.567 Km2, comprendiendo la Zona Económica Exclusiva (ZEE) hasta el límite de las 200 millas. Es uno de los países más pequeños de Sudamérica con 176.400 Km2 poblado por solo 3.415.929 habitantes, con un bajo crecimiento anual estimado de 0.47%.
La experiencia bélica uruguaya se remonta a la guerra contra el Brasil en el siglo XIX, que culminó con la consolidación soberana del país y el corto conflicto interior contra la organización insurgente maoísta Tupamaros en la década de los 60. Es destacable que mantuvieron un permanente aporte de tropas al servicio de la Organización de las Naciones Unidas desde los 80, lo que ha contribuido significativamente a la experiencia operacional de sus tropas. En la actualidad hay 2560 militares uruguayos en 11 misiones distintas en todo el mundo.
Los objetivos establecidos para la Defensa Nacional son los siguientes:
° Garantizar la soberanía, la integridad territorial, la independencia, el honor, y la paz de la República, su Constitución y sus Leyes.
° Proteger la vida e integridad de sus habitantes y su identidad cultural.
° Respaldar el sistema de gobierno republicano, representativo y el estado de derecho, así como el desarrollo económico y social del país.
° Mantener la presencia en la ZEE y la plataforma continental.
Adicionalmente se agregan los objetivos denominados coyunturales que determinan:
º Proteger los recursos renovables y no renovables.
º Contribuir a la conservación del medio ambiente.
º Contribuir al mantenimiento de la paz y seguridad internacional y la solidaridad y respeto de la vida humana.
º Proyectar y promover la presencia del Estado en el continente antártico.
º Profundizar las relaciones de cooperación, fomentando la confianza mutua y la amistad con los países de la región en especial con el MERCOSUR.
º Respaldar el desarrollo del conocimiento en materia de investigación científica y la adquisición de tecnología.
Sin embargo, los objetivos no son acompañados por la correspondiente asignación de recursos para que puedan ser cumplidos. El Uruguay es uno de los países de la región que menos gasta en Defensa, asignando en el 2004 1,38 de su PBI, lo que significan unos USD 175 millones. No obstante, la asignación per capita supera holgadamente la media, totalizando los USD 46. La carga de los gastos se reparte entre 66,7% de Gastos en Personal y 33,2% de Otros Gastos. Esta gran proporción de gasto en sueldos, que limita la capacidad operativa, es una deficiencia común en la región, más cuando se refiere a fuerzas enteramente profesionales como en este caso. Los denominados "Otros Gastos" incluyen los gastos operativos y de mantenimiento, y también el reequipamiento, el que no esta expresamente detallado, pero que es sumamente restringido.
Las Fuerzas Armadas están constituidas por el Ejército Nacional, la Armada Nacional y la Fuerza Aérea Uruguaya, cuentan con 26.000 efectivos profesionales, de los cuales 17.400 corresponden al Ejército, 5.900 a la Armada y 2.700 a la Fuerza Aérea. Los efectivos uruguayos son uno de los más reducidos de la región junto a los del Paraguay, Guayana y Surinam., sin embargo hay 76 efectivos cada 1000 habitantes, la relación más alta de los países sudamericanos (1) y una densidad de 14 militares cada 100 Km2 (2).
La doctrina vigente determina que el poder militar puede ser empleado en situaciones de paz o de guerra. Para tiempo de paz se las caracterizan condiciones de Normalidad, Adversas o de Conflicto.
Las de Normalidad no requieren aclaración, mientras que las Adversas describen la existencia de interferencias a la vida normal del país, sin que exista una voluntad intencionada que se oponga a la acción del Estado. Es el caso de desastres ocasionados por la naturaleza o el hombre.
Los Conflictos están clasificados como Internos, de Identidad, Desestructurados, Armado Interno y Armado Internacional.
El Conflicto Interno implica una profunda perturbación del orden público y la continuidad de los servicios esenciales, con violencia y desborde de las fuerzas Policiales y los Organismos del Estado.
El Conflicto de Identidad describe desplazamientos de ciertas partes de la población como consecuencia de la intensa propaganda, miedo, odio o violencia, en detrimento de la identidad nacional y excluyendo toda posibilidad de cohabitación.
El Conflicto Desestructurado es aquel donde se produce la desaparición total o parcial del poder del Estado con la intervención de grupos armados que intenten tomar el poder.
El Conflicto Armado Interno califica la actuación de grupos armados identificables, que confrontan entre ellos o bien contra las Fuerzas Armadas.
Finalmente el Conflicto Armado Internacional ocurre cuando se produce el enfrentamiento entre dos o más países. Podemos observar que el poder militar esta previsto empeñarlo en cualquiera de las situaciones anteriormente referidas, incluso en el ámbito interior.
El estado de guerra es el resultante de la declaración de guerra formal contra otro país de acuerdo a lo establecido por la ley pertinente.
Se determinan cuatro grandes conceptos Estratégicos Operativos en la Defensa. En primer lugar, la Disuasión como paso ineludible ante toda fricción o conflicto. Seguidamente existe la Defensa Externa, donde se desarrollan operaciones militares convencionales, especiales (no convencionales), conjuntas y combinadas, además de las llamadas de Resistencia Nacional. Es interesante remarcar este último punto ya que se anticipa que ante la ocupación total o parcial del territorio, tanto las fuerzas militares como la población civil deben movilizarse y organizarse para la operar contra el invasor con cualquier medio disponible. También se especifica que ante la intervención de organismos internacionales o apoyos externos en el marco de la seguridad hemisférica se debe anticipar la actuación de fuerzas uruguayas con Fuerzas Armadas de otros países. La Defensa Interna, puntualiza diferenciadamente operaciones contra el Terrorismo Internacional y contra Movimientos Insurgentes. Por último se consideran globalmente Estrategias para el cumplimiento de misiones que surjan de tareas accesorias de la Defensa.
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