Siguiendo el tema del tópico, trataré ahora de los inicios del Ejército del Centro.
Cuando se preparaba la defensa de Lima, se creó un "Ejército del Centro" a cargo del coronel don Juan Nepomuceno Vargas, que luego fue dividido en 2 cuerpos de ejército para la batalla de San Juan.
Sin embargo este no es el "Ejército del Centro" más importante de la guerra, sino el que luego de la caída de Lima se formó para la resistencia.
El dictador Piérola, en su retirada a la sierra por la quebrada de Canta luego de la batalla de Miraflores, conservó con él una pequeña escolta y fue seguido, voluntariamente, por el batallón PICHINCHA -que se retiró en orden del campo de batalla- al mando del coronel La Jara; al llegar a la población de Obrajillo hizo formar a la tropa de este batallón (unos 400) y les dio una arenga diciendo que quienes qusieran seguir podían dar un paso al frente y el resto marchar a donde quisieren, eso sí, dejando municiones y armas: sólo 80 valientes dieron el paso adelante. Estando en marcha, el dictador dio una serie de decretos. Uno de ellos, dado en la población de TRAPICHE el 16 de enero de 1881, organizaba al país político-militarmente para seguir con la resistencia: se crearon 3 jefaturas superiores político-militares, que eran las siguientes:
JEFATURA SUPERIOR, POLÍTICO Y MILITAR DE LOS DEPARTAMENTOS DEL NORTE:
Piura (incluía Tumbes), Lambayeque, La Libertad, Áncash, Amazonas, Loreto (incluía San Martín y Ucayali).
JEFATURA SUPERIOR, POLÍTICO Y MILITAR DE LOS DEPARTAMENTOS DEL CENTRO:
Lima, Ica, Junín (incluía Pasco), Huancavelica, Ayacucho y Huánuco.
JEFATURA SUPERIOR POLÍTICO Y MILITAR DE LOS DEPARTAMENTOS DEL SUR:
Tarapacá, Tacna, Moquegua, Arequipa, Puno, Cusco y Apurímac.
La jefatura del Norte quedó a cargo del contra-almirante MONTERO, la del centro a cargo del coronel Juan Martín ECHENIQUE, y la del sur siguió a cargo de don Pedro Alejandrino DEL SOLAR.
Salvo por la jefatura del Sur, las otras dos no tenían ejército, de modo que debían formarlo, para lo cual se dieron órdenes a los prefectos.
Sin embargo, Juan Martín ECHENIQUE dio muestras de la misma incapacidad que había tenido en Lima al mando de la reserva, pues no organizó fuerza apreciable en el centro. Todo lo que hizo fue formar una columna con 70 y tantos jefes y oficiales sueltos que vagaban por el valle del Mantaro buscando quien los organizara contra el invasor, que fue denominada "CONSTANCIA" y a la cual el pueblo apodó "Lagartos" por su inacción, y además un batalloncito denominado JUNÍN sobre la base de los 80 soldados remanentes del disuelto batallón PICHINCHA y de 20 gendarmes de Jauja. Estas fuerzas debieron salir a Cerro de Pasco a debelar una rebelión del francés Fouquet, veterano de la revolución de París de 1848, que se negaba a pagar la contribución de guerra.
En estas circunstancias, Cáceres fuga a la sierra desde su escondite en Lima a través del F.C. central, en semana santa, abril de 1881, luego de recuperarse de su herida en la pierna de la batalla de Miraflores. Piérola lo recibe en Jauja y lo nombra Jefe Superior Político y Militar de los Departamentos del Centro, y comandante en jefe del ejército del centro; además de esto, ya en febrero había ordenado el ascenso de Cáceres a general de brigada en virtud a su actuación en San Juan y Miraflores. Sin embargo Cáceres debe partir de cero, porque el dictador se fue a Ayacucho y no le dejó ni una bala. La base de su ejército fueron 16 gendarmes convalescientes en el hospital de Jauja, basado en los cuáles Cáceres formó el batallón JAUJA.
Apenas llegado Cáceres, Lagos (a quien luego sucedería Lynch como jefe de ocupación) despachó desde Lima a la expedición Letelier, de infame actuación.
Saludos desde Lima
Cuando se preparaba la defensa de Lima, se creó un "Ejército del Centro" a cargo del coronel don Juan Nepomuceno Vargas, que luego fue dividido en 2 cuerpos de ejército para la batalla de San Juan.
Sin embargo este no es el "Ejército del Centro" más importante de la guerra, sino el que luego de la caída de Lima se formó para la resistencia.
El dictador Piérola, en su retirada a la sierra por la quebrada de Canta luego de la batalla de Miraflores, conservó con él una pequeña escolta y fue seguido, voluntariamente, por el batallón PICHINCHA -que se retiró en orden del campo de batalla- al mando del coronel La Jara; al llegar a la población de Obrajillo hizo formar a la tropa de este batallón (unos 400) y les dio una arenga diciendo que quienes qusieran seguir podían dar un paso al frente y el resto marchar a donde quisieren, eso sí, dejando municiones y armas: sólo 80 valientes dieron el paso adelante. Estando en marcha, el dictador dio una serie de decretos. Uno de ellos, dado en la población de TRAPICHE el 16 de enero de 1881, organizaba al país político-militarmente para seguir con la resistencia: se crearon 3 jefaturas superiores político-militares, que eran las siguientes:
JEFATURA SUPERIOR, POLÍTICO Y MILITAR DE LOS DEPARTAMENTOS DEL NORTE:
Piura (incluía Tumbes), Lambayeque, La Libertad, Áncash, Amazonas, Loreto (incluía San Martín y Ucayali).
JEFATURA SUPERIOR, POLÍTICO Y MILITAR DE LOS DEPARTAMENTOS DEL CENTRO:
Lima, Ica, Junín (incluía Pasco), Huancavelica, Ayacucho y Huánuco.
JEFATURA SUPERIOR POLÍTICO Y MILITAR DE LOS DEPARTAMENTOS DEL SUR:
Tarapacá, Tacna, Moquegua, Arequipa, Puno, Cusco y Apurímac.
La jefatura del Norte quedó a cargo del contra-almirante MONTERO, la del centro a cargo del coronel Juan Martín ECHENIQUE, y la del sur siguió a cargo de don Pedro Alejandrino DEL SOLAR.
Salvo por la jefatura del Sur, las otras dos no tenían ejército, de modo que debían formarlo, para lo cual se dieron órdenes a los prefectos.
Sin embargo, Juan Martín ECHENIQUE dio muestras de la misma incapacidad que había tenido en Lima al mando de la reserva, pues no organizó fuerza apreciable en el centro. Todo lo que hizo fue formar una columna con 70 y tantos jefes y oficiales sueltos que vagaban por el valle del Mantaro buscando quien los organizara contra el invasor, que fue denominada "CONSTANCIA" y a la cual el pueblo apodó "Lagartos" por su inacción, y además un batalloncito denominado JUNÍN sobre la base de los 80 soldados remanentes del disuelto batallón PICHINCHA y de 20 gendarmes de Jauja. Estas fuerzas debieron salir a Cerro de Pasco a debelar una rebelión del francés Fouquet, veterano de la revolución de París de 1848, que se negaba a pagar la contribución de guerra.
En estas circunstancias, Cáceres fuga a la sierra desde su escondite en Lima a través del F.C. central, en semana santa, abril de 1881, luego de recuperarse de su herida en la pierna de la batalla de Miraflores. Piérola lo recibe en Jauja y lo nombra Jefe Superior Político y Militar de los Departamentos del Centro, y comandante en jefe del ejército del centro; además de esto, ya en febrero había ordenado el ascenso de Cáceres a general de brigada en virtud a su actuación en San Juan y Miraflores. Sin embargo Cáceres debe partir de cero, porque el dictador se fue a Ayacucho y no le dejó ni una bala. La base de su ejército fueron 16 gendarmes convalescientes en el hospital de Jauja, basado en los cuáles Cáceres formó el batallón JAUJA.
Apenas llegado Cáceres, Lagos (a quien luego sucedería Lynch como jefe de ocupación) despachó desde Lima a la expedición Letelier, de infame actuación.
Saludos desde Lima
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