Gobierno de Augusto B. Leguía
Augusto B. Leguía
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1 El Oncenio de Leguía
2 Características Generales
3 Intervención Estatal
4 Economía
5 Aspecto Social
6 Relaciones Internacionales
6.1 Tratado SALOMÓN-LOZANO
6.2 Tratado RADA –FIGUEROA
7 Caída de Leguía
8 El levantanmiento de Arequipa y aparición de Sanchez Cerro
9 Véase también
El Oncenio de Leguía
Se denomina Oncenio al segundo gobierno de Augusto Bernardino Leguía, época a la cual también se le llamó Patria Nueva.
Leguía había ejercido la presidencia del Perú entre los años 1908 y 1912, y hacia 1913 fue deportado al extranjero. Por aquellos tiempos se vivía “La república aristocrática”, periodo en el cual predomina en la escena política el Partido Civil. Sin embargo, durante el segundo gobierno de Jose Pardo, el régimen se encontraba en crisis , el descontento popular se hacía notorio y la clase gobernante se veía con las horas contadas. Es ese contexto en el que reaparece la figura de Augusto B. Leguía y se presenta como una opción alternativa al desgastado civilismo.
En el transcurso de su campaña política, Leguía fue apoyado por el Partido Constitucional y los estudiantes de la universidad Nacional Mayor de San Marcos, quienes lo proclamaron “Maestro de la juventud”.
En las elecciones de 1919 Leguía derrota al candidato de los civilistas Antero Aspillaga. Sin embargo el vencedor organizó un golpe de estado el 4 de julio aduciendo que Pardo y el civilismo impedirían su llegada al poder, a pesar de que ello no se llegaría a demostrar. De esta manera, buscaba convertirse en el intérprete de muchos sectores que se encontraban cansados del monopolio político ejercido por el Partido Civil. En seguida reunió a una asamblea nacional que lo proclamó presidente el 12 de octubre de 1919.
Características Generales
La llamada “Patria Nueva” intentó modernizar al país a través de un cambio de relaciones entre el Estado y la sociedad civil, lo que implicaba una ruptura con el pasado, con los partidos políticos y con la oligarquía, la cual no había modernizado el pais según Leguía.. Durante este periodo republicano podemos hallar la realización del denominado progreso a través del dominio norteamericano. La preocupación central de Leguía era urbanizar, construir caminos e irrigar tierras eriazas. Orientó su política principalmente a los sectores medios e indígenas. En el Oncenio podemos distinguir dos periodos: uno de proyección democrática y anticivilista(1919-1923) y otro de autocracia y hegemonía norteamericana(1923-1930). En el primer periodo se dedicó Leguía a desplazar al Partido Civil del poder y para lograrlo se alió con el sector industrial y financiero, vinculados al capital norteamericano. También obtuvo el apoyo de sectores sociales medios , una parte de la clase obrera y el campesinado. Durante el segundo periodo el capitalismo norteamericano controla la economía e influye en la política interna y externa. En 1926 Leguía alcanza su auge como figura política debido a los empréstitos estadounidenses , la construcción de obras públicas y la red de clientelaje político que organizó y dirigió. Sin embargo, su popularidad ya se venía a menos y la crisis capitalista de 1929, ocasionan el quiebre de los empréstitos, por lo que estalló en el Perú una situación de caos y anarquía, hay descontento general y se produce el levantamiento militar de Luis Sánchez Cerro , hecho que marca el fin del Oncenio.
Intervención Estatal
Leguía pensaba que para transformar al Perú en una nación moderna era necesario un estado fuerte, el cual debería ampliar sus funciones y ser el principal instrumento del desarrollo económico; ello implicó una escisión con el civilismo, el estado peruano se burocratizó y se volvió intervencionista. Al aumentar sus funciones también se incrementaron los gastos , por ejemplo, el presupuesto nacional se cuadruplicó en comparación con los años del Civilismo. La expansión del presupuesto se debe en un primer momento a una reforma tributaria , ésta consistió en el incremento progresivo del impuesto a la renta y afecto a los sectores con mayores ingresos . Así, crecieron las tarifas aduaneras tanto sobre las importaciones como las exportaciones y también los impuestos indirectos sobre los productos de consumo masivo como el tabaco , alcohol, fósforo y gasolina.
Existía la necesidad de controlar la recaudación y el manejo de los gastos públicos, para lo cual se creó la Compañía Administradora de Rentas y se reformó la aduana del Callao. Casi al final del Oncenio se organizó la Contraloría General de la República, con el fin de supervisar los manejos financieros estatales. El objetivo era financiar el desarrollo nacional a partir de recursos propios o de ahorro interno. Este sistema solo duró hasta 1924, fecha en la que se incrementan los empréstitos de Estados Unidos y el país entró a una fase de endeudamiento externo. El esquema varió por razones políticas: Leguía buscaba seguir en el poder y asegurarse la reelección, razón por la que era más fácil obtener el crédito norteamericano que fomentar el ahorro interno y de esa forma se multiplicaría la construcción de obras públicas y se mantendría la ilusión del progreso. A pesar de los intentos, el Oncenio no logró el crecimiento del aparato productivo, aún con el auge exportador y con la inversión extranjera. Lo recaudado no se distribuyó entre los sectores menos favorecidos de la sociedad.
Economía
Augusto_B_Leguía
Leguia inicia la expansión administrativa del estado aliándose con los sectores medios, dicho crecimiento se financió con el impuesto a las exportaciones agrícolas (caña y algodón), con lo que se perjudicaba ala oligarquía agro exportadora, y con préstamos norteamericanos. Tales ingresos también servían para ampliar la infraestructura material como carreteras, irrigaciones, urbanizaciones y para mantener a la burocracia estatal y a la clientela política. Los impuestos a la actividad minera y petrolera no subieron y así se beneficiaba a enclaves de capital norteamericano como la I.P.C. Casi todo el periodo de la Patria Nueva se mantuvo con los empréstitos norteamericanos y a cambio se entregó como garantía servicios, riquezas y rentas del país. Por su parte los banqueros estadounidenses responsables de los préstamos exigían la administración aduanera y presupuestaria y gran parte de las obras públicas fueron efectuadas por la Foundation Company, entidad norteamericana.
Aspecto Social
Leguía obtuvo el apoyo de la clase media otorgándole a algunas personalidades de este sector altos puestos públicos concesiones económicas, altos ingresos clientelismo, etc., sin embargo luego este grupo se desengañó de Leguía y se opuso a la Patria Nueva, e incluso organizó partidos políticos nuevos vinculados a grandes masas de la población, planteando alternativas sociales, políticas y económicas novedosas.De otra parte Leguía ratificó las ocho horas de trabajo y nombró comisiones para resolver conflictos laborales, actitud que procuraba ganarse el movimiento obrero. Leguía también consiguió el respaldo de los campesinos al plantear la lucha contra los gamonales , para lo cual legalizó las comunidades campesinas, aunque en el fondo lo que pretendía el gobierno era, más que acabar con el gamonalismo, someterlo y sofocar los movimientos populares.
Relaciones Internacionales
Augusto B. Leguía junto a su esposa Julia Swayne Mariátegui en una recepción
En cuanto a las relaciones con países vecinos se firmaron dos tratados de carácter internacional:uno con Colombia y el otro con Chile.
Tratado SALOMÓN-LOZANO
Se realizó el 22 de marzo de 1922 entre el ministro plenipotenciario de Colombia Pablo Lozano y el Ministro de Relaciones Exteriones del Perú Alberto Salomón Osorio.Se pactó ceder a Colombia los territorios comprendidos entre los ríos Caquetá, Putumayo y el llamado Trapecio Amazónico, entre el Putumayo y el Amazonas que incluía a la población de Leticia.
Tratado RADA –FIGUEROA
Se llevó a cabo el 3 de junio de 1929 entre el canciller peruano José Rada Gamio y el chileno Emilio Figueroa Larrain y permitió poner coto al problema limítrofe con Chile. Se acordó que Tacna permanecería a Perú , mientras que Arica pasaba amanos de Chile; el punto de división estaría en la “Concordia”en el límite con el río Lluta
Caída de Leguía
El Oncenio de Augusto B. Leguía había obtenido cierto respaldo y apoyo popular en sus inicios; sin embargo, a partir de 1927 “ La Patria Nueva” ( denominación que se le dio al segundo gobierno de Leguía) se venía a menos y se hacía prever su declive. Los precios de las exportaciones (cobre, lana, algodón y azúcar) empiezan a caer y con la crisis económica el favor de la opinión pública pierde sustento. El ejército mostraba a claras luces su malestar por los acuerdos fronterizos que Leguía realizó con los vecinos países de Chile y Colombia; y la creciente corrupción atizaba el descontento entre los miembros del régimen. Finalmente el rechazo a Leguía se canalizaría en la revolución de Arequipa llevada a cabo por el comandante Luis Miguel Sánchez Cerro en agosto de 1930. Pero el detonante de la debacle de Leguia y el surgimiento de los militares sería la crisis del capitalismo de 1929, con la consiguiente quiebra la bolsa de valores de New York. Las consecuencias de esta crisis fueron la quiebra de bancos, paralización industrial y el desempleo masivo. El colapso del modelo económico provocó la proliferación de protestas populares, las luchas obreras en centros mineros, campos petroleros y ciudades eran continuas. En esa situación las clases dominantes optan por apoyar un gobierno militar para que reprima la agitación social y sus intereses no se vean perjudicados.
El levantanmiento de Arequipa y aparición de Sanchez Cerro
Luis Sanchez Cerro
Luis Sánchez Cerro saldría al luz pública el 22 de agosto de 1930, fecha en la cual lideró un golpe de estado en Arequipa contra el desprestigiado gobierno de Leguía. La sublevación fue justificada a través de un manifiesto redactado por José Luis Bustamante y Rivero, documento que hacia la promesa de vivir en el respeto de la constitución, la ley y la honradez. A los pocos días, un grupo de militares exigió a la renuncia a Leguía, acción que éste no pudo negar; el posterior viaje de Sánchez Cerro a Lima causó gran alboroto y el recibimiento que tuvo el golpista en la capital fue apoteósico. En seguida se organizó una junta militar presidida por Sánchez Cerro para que se encargue del gobierno provisional, ya que la idea era acabar con los regazos del Leguiismo y convocar a elecciones libres, aunque en el fondo la oligarquía cavilaba la manera de formalizar la presencia de Sánchez Cerro en el poder.
Una vez en el gobierno, Sánchez Cerro ejecutó medida populista, como la supresión de la “Ley de conscripción vial”, pero la agitación social aun no se contenía y los disturbios continuaban, principalmente de obreros y universitarios. La situación se tornó tan crítica que Sánchez Cerro tuvo que permitir, pero lo que en el fondo pretendía era presentar su candidatura para las elecciones que se avecinaban. El poder recayó en una junta liderada por Leoncio Elías, pero a los pocos días éste fue remplazado por Gustavo Jiménez y finalmente el mando quedó a cargo de David Samanez Ocampo, quien fue el encargado de convocar a elecciones presidenciales y también para elegir aun congreso constituyente que elaboraría una nueva carta Magna.
Augusto B. Leguía
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1 El Oncenio de Leguía
2 Características Generales
3 Intervención Estatal
4 Economía
5 Aspecto Social
6 Relaciones Internacionales
6.1 Tratado SALOMÓN-LOZANO
6.2 Tratado RADA –FIGUEROA
7 Caída de Leguía
8 El levantanmiento de Arequipa y aparición de Sanchez Cerro
9 Véase también
El Oncenio de Leguía
Se denomina Oncenio al segundo gobierno de Augusto Bernardino Leguía, época a la cual también se le llamó Patria Nueva.
Leguía había ejercido la presidencia del Perú entre los años 1908 y 1912, y hacia 1913 fue deportado al extranjero. Por aquellos tiempos se vivía “La república aristocrática”, periodo en el cual predomina en la escena política el Partido Civil. Sin embargo, durante el segundo gobierno de Jose Pardo, el régimen se encontraba en crisis , el descontento popular se hacía notorio y la clase gobernante se veía con las horas contadas. Es ese contexto en el que reaparece la figura de Augusto B. Leguía y se presenta como una opción alternativa al desgastado civilismo.
En el transcurso de su campaña política, Leguía fue apoyado por el Partido Constitucional y los estudiantes de la universidad Nacional Mayor de San Marcos, quienes lo proclamaron “Maestro de la juventud”.
En las elecciones de 1919 Leguía derrota al candidato de los civilistas Antero Aspillaga. Sin embargo el vencedor organizó un golpe de estado el 4 de julio aduciendo que Pardo y el civilismo impedirían su llegada al poder, a pesar de que ello no se llegaría a demostrar. De esta manera, buscaba convertirse en el intérprete de muchos sectores que se encontraban cansados del monopolio político ejercido por el Partido Civil. En seguida reunió a una asamblea nacional que lo proclamó presidente el 12 de octubre de 1919.
Características Generales
La llamada “Patria Nueva” intentó modernizar al país a través de un cambio de relaciones entre el Estado y la sociedad civil, lo que implicaba una ruptura con el pasado, con los partidos políticos y con la oligarquía, la cual no había modernizado el pais según Leguía.. Durante este periodo republicano podemos hallar la realización del denominado progreso a través del dominio norteamericano. La preocupación central de Leguía era urbanizar, construir caminos e irrigar tierras eriazas. Orientó su política principalmente a los sectores medios e indígenas. En el Oncenio podemos distinguir dos periodos: uno de proyección democrática y anticivilista(1919-1923) y otro de autocracia y hegemonía norteamericana(1923-1930). En el primer periodo se dedicó Leguía a desplazar al Partido Civil del poder y para lograrlo se alió con el sector industrial y financiero, vinculados al capital norteamericano. También obtuvo el apoyo de sectores sociales medios , una parte de la clase obrera y el campesinado. Durante el segundo periodo el capitalismo norteamericano controla la economía e influye en la política interna y externa. En 1926 Leguía alcanza su auge como figura política debido a los empréstitos estadounidenses , la construcción de obras públicas y la red de clientelaje político que organizó y dirigió. Sin embargo, su popularidad ya se venía a menos y la crisis capitalista de 1929, ocasionan el quiebre de los empréstitos, por lo que estalló en el Perú una situación de caos y anarquía, hay descontento general y se produce el levantamiento militar de Luis Sánchez Cerro , hecho que marca el fin del Oncenio.
Intervención Estatal
Leguía pensaba que para transformar al Perú en una nación moderna era necesario un estado fuerte, el cual debería ampliar sus funciones y ser el principal instrumento del desarrollo económico; ello implicó una escisión con el civilismo, el estado peruano se burocratizó y se volvió intervencionista. Al aumentar sus funciones también se incrementaron los gastos , por ejemplo, el presupuesto nacional se cuadruplicó en comparación con los años del Civilismo. La expansión del presupuesto se debe en un primer momento a una reforma tributaria , ésta consistió en el incremento progresivo del impuesto a la renta y afecto a los sectores con mayores ingresos . Así, crecieron las tarifas aduaneras tanto sobre las importaciones como las exportaciones y también los impuestos indirectos sobre los productos de consumo masivo como el tabaco , alcohol, fósforo y gasolina.
Existía la necesidad de controlar la recaudación y el manejo de los gastos públicos, para lo cual se creó la Compañía Administradora de Rentas y se reformó la aduana del Callao. Casi al final del Oncenio se organizó la Contraloría General de la República, con el fin de supervisar los manejos financieros estatales. El objetivo era financiar el desarrollo nacional a partir de recursos propios o de ahorro interno. Este sistema solo duró hasta 1924, fecha en la que se incrementan los empréstitos de Estados Unidos y el país entró a una fase de endeudamiento externo. El esquema varió por razones políticas: Leguía buscaba seguir en el poder y asegurarse la reelección, razón por la que era más fácil obtener el crédito norteamericano que fomentar el ahorro interno y de esa forma se multiplicaría la construcción de obras públicas y se mantendría la ilusión del progreso. A pesar de los intentos, el Oncenio no logró el crecimiento del aparato productivo, aún con el auge exportador y con la inversión extranjera. Lo recaudado no se distribuyó entre los sectores menos favorecidos de la sociedad.
Economía
Augusto_B_Leguía
Leguia inicia la expansión administrativa del estado aliándose con los sectores medios, dicho crecimiento se financió con el impuesto a las exportaciones agrícolas (caña y algodón), con lo que se perjudicaba ala oligarquía agro exportadora, y con préstamos norteamericanos. Tales ingresos también servían para ampliar la infraestructura material como carreteras, irrigaciones, urbanizaciones y para mantener a la burocracia estatal y a la clientela política. Los impuestos a la actividad minera y petrolera no subieron y así se beneficiaba a enclaves de capital norteamericano como la I.P.C. Casi todo el periodo de la Patria Nueva se mantuvo con los empréstitos norteamericanos y a cambio se entregó como garantía servicios, riquezas y rentas del país. Por su parte los banqueros estadounidenses responsables de los préstamos exigían la administración aduanera y presupuestaria y gran parte de las obras públicas fueron efectuadas por la Foundation Company, entidad norteamericana.
Aspecto Social
Leguía obtuvo el apoyo de la clase media otorgándole a algunas personalidades de este sector altos puestos públicos concesiones económicas, altos ingresos clientelismo, etc., sin embargo luego este grupo se desengañó de Leguía y se opuso a la Patria Nueva, e incluso organizó partidos políticos nuevos vinculados a grandes masas de la población, planteando alternativas sociales, políticas y económicas novedosas.De otra parte Leguía ratificó las ocho horas de trabajo y nombró comisiones para resolver conflictos laborales, actitud que procuraba ganarse el movimiento obrero. Leguía también consiguió el respaldo de los campesinos al plantear la lucha contra los gamonales , para lo cual legalizó las comunidades campesinas, aunque en el fondo lo que pretendía el gobierno era, más que acabar con el gamonalismo, someterlo y sofocar los movimientos populares.
Relaciones Internacionales
Augusto B. Leguía junto a su esposa Julia Swayne Mariátegui en una recepción
En cuanto a las relaciones con países vecinos se firmaron dos tratados de carácter internacional:uno con Colombia y el otro con Chile.
Tratado SALOMÓN-LOZANO
Se realizó el 22 de marzo de 1922 entre el ministro plenipotenciario de Colombia Pablo Lozano y el Ministro de Relaciones Exteriones del Perú Alberto Salomón Osorio.Se pactó ceder a Colombia los territorios comprendidos entre los ríos Caquetá, Putumayo y el llamado Trapecio Amazónico, entre el Putumayo y el Amazonas que incluía a la población de Leticia.
Tratado RADA –FIGUEROA
Se llevó a cabo el 3 de junio de 1929 entre el canciller peruano José Rada Gamio y el chileno Emilio Figueroa Larrain y permitió poner coto al problema limítrofe con Chile. Se acordó que Tacna permanecería a Perú , mientras que Arica pasaba amanos de Chile; el punto de división estaría en la “Concordia”en el límite con el río Lluta
Caída de Leguía
El Oncenio de Augusto B. Leguía había obtenido cierto respaldo y apoyo popular en sus inicios; sin embargo, a partir de 1927 “ La Patria Nueva” ( denominación que se le dio al segundo gobierno de Leguía) se venía a menos y se hacía prever su declive. Los precios de las exportaciones (cobre, lana, algodón y azúcar) empiezan a caer y con la crisis económica el favor de la opinión pública pierde sustento. El ejército mostraba a claras luces su malestar por los acuerdos fronterizos que Leguía realizó con los vecinos países de Chile y Colombia; y la creciente corrupción atizaba el descontento entre los miembros del régimen. Finalmente el rechazo a Leguía se canalizaría en la revolución de Arequipa llevada a cabo por el comandante Luis Miguel Sánchez Cerro en agosto de 1930. Pero el detonante de la debacle de Leguia y el surgimiento de los militares sería la crisis del capitalismo de 1929, con la consiguiente quiebra la bolsa de valores de New York. Las consecuencias de esta crisis fueron la quiebra de bancos, paralización industrial y el desempleo masivo. El colapso del modelo económico provocó la proliferación de protestas populares, las luchas obreras en centros mineros, campos petroleros y ciudades eran continuas. En esa situación las clases dominantes optan por apoyar un gobierno militar para que reprima la agitación social y sus intereses no se vean perjudicados.
El levantanmiento de Arequipa y aparición de Sanchez Cerro
Luis Sanchez Cerro
Luis Sánchez Cerro saldría al luz pública el 22 de agosto de 1930, fecha en la cual lideró un golpe de estado en Arequipa contra el desprestigiado gobierno de Leguía. La sublevación fue justificada a través de un manifiesto redactado por José Luis Bustamante y Rivero, documento que hacia la promesa de vivir en el respeto de la constitución, la ley y la honradez. A los pocos días, un grupo de militares exigió a la renuncia a Leguía, acción que éste no pudo negar; el posterior viaje de Sánchez Cerro a Lima causó gran alboroto y el recibimiento que tuvo el golpista en la capital fue apoteósico. En seguida se organizó una junta militar presidida por Sánchez Cerro para que se encargue del gobierno provisional, ya que la idea era acabar con los regazos del Leguiismo y convocar a elecciones libres, aunque en el fondo la oligarquía cavilaba la manera de formalizar la presencia de Sánchez Cerro en el poder.
Una vez en el gobierno, Sánchez Cerro ejecutó medida populista, como la supresión de la “Ley de conscripción vial”, pero la agitación social aun no se contenía y los disturbios continuaban, principalmente de obreros y universitarios. La situación se tornó tan crítica que Sánchez Cerro tuvo que permitir, pero lo que en el fondo pretendía era presentar su candidatura para las elecciones que se avecinaban. El poder recayó en una junta liderada por Leoncio Elías, pero a los pocos días éste fue remplazado por Gustavo Jiménez y finalmente el mando quedó a cargo de David Samanez Ocampo, quien fue el encargado de convocar a elecciones presidenciales y también para elegir aun congreso constituyente que elaboraría una nueva carta Magna.
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